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Las hojas son una de las partes más exigentes de la vid. Es en ella que ocurren la fotosíntesis y la respiración, dos procesos vitales para la salud y la productividad de la planta. Por lo tanto, el tratamiento de las enfermedades de la hoja de vid es fundamental, para evitar la pérdida de frutas, la planta y las operaciones comerciales.
La uva protege los frutos de quemarse en el sol (Thinkstock / Comstock / Getty Images)
oidio
Oídio surge al principio ya mediados de julio. La enfermedad aparece en las hojas como un moho y un polvo blanco. La infección en el oídio reducirá la resistencia de la vid durante el invierno y la reducción del crecimiento de la vid disminuirá el rendimiento de la planta. Los híbridos franceses y las variedades europeas son más susceptibles al odio. La aplicación de fungicidas son más eficaces en el control de la enfermedad.
moho
Si observa lesiones circulares amarillas y moho gris por debajo de las hojas de uva, probablemente tienen mio. Este hongo libera esporas en la primavera y se extiende a través del viento y la lluvia. Los casos graves de moho dejará las hojas en el color negro y marrón, haciéndolas caer, exponiendo la fruta al sol.
Podredumbre de color oscuro
Generalmente, a finales de junio surgen círculos marrón-rojizos y negros sobre las hojas inferiores de la planta. Los círculos desarrollarán un borde negro y pequeñas pústulas dentro de las manchas, pudiendo infectar todos los tejidos verdes. En casos graves, se extienden a la uva, haciéndola quedar con una colocación marrón oscuro o negra, y se secar y marchitar, devastando las plantas y el cultivo.
Caña de Phomopsis y enfermedad foliar
La caña de Phomopsis y la enfermedad foliar aparecen a mediados de junio. Los síntomas aparecen como puntos pequeños, angulares, generalmente alcanzando primero las hojas inferiores. La enfermedad puede extenderse a través de los bastones, los gavinos, los pecíolos y, a veces, para las bayas de uva. Esta enfermedad eventualmente reduce la cosecha, pues puede alcanzar frutos fuera de la vid, antes de la cosecha, por dañar el vástago del racimo. Se controla mejor esta enfermedad por medio de fungicida.