Contenido
- El sistema muscular
- Atonia vs. atrofia
- Distrofia muscular
- Miastenia gravis
- Esclerosis lateral amiotrófica
- Parálisis cerebral
El sistema muscular posee tres funciones principales: posibilitar movimientos, generar calor y proporcionar estabilidad postural para el cuerpo. Cuando una enfermedad ataca el sistema muscular, los efectos son devastadores, no sólo para los músculos, sino también para toda la habilidad del cuerpo de funcionar. Estas enfermedades son a menudo dolorosas y pueden resultar en deficiencias físicas, como la incapacidad de caminar. El impacto de ellas en el sistema muscular incluye distrofia muscular, miastenia gravis, esclerosis lateral amiotrófica y parálisis cerebral.
Las enfermedades musculares pueden causar atrofia muscular (Muscles 7 image by chrisharvey from Fotolia.com)
El sistema muscular
Además de los músculos, el sistema muscular consiste de nervios y tejidos conjuntivos. Su tarea más obvia es permitir el movimiento del cuerpo, que ocurre a través de señales eléctricas recibidas del cerebro. Este movimiento puede variar desde una carrera hasta que parpadee de los ojos. Los músculos son más del 40% del peso total del cuerpo y, debido a su masa, son la principal fuente de generación de calor en el organismo. También ayudan a regular y mantener constante la temperatura corporal. El sistema muscular posee conexiones tan complejas que un músculo con problemas puede causar repercusiones en el sistema entero.
Atonia vs. atrofia
Atonia y atrofia son dos tipos generales de condiciones que pueden desarrollarse a partir de enfermedades musculares. Atonia se refiere a un estado en el que los músculos no logran mantener la elasticidad normal y se vuelven flácidos. Atrofia se refiere a un estado en el que el tejido muscular se debilita y cada fibra del músculo se contrae. Esto puede ser causado por desuso del músculo o cuando los impulsos nerviosos se vuelven ineficaces.
Distrofia muscular
La distrofia muscular es una enfermedad hereditaria que hace que las fibras de los músculos sean increíblemente susceptibles a los daños. Los músculos se van progresivamente más débil y la fibra muscular se sustituye por la grasa y otros tejidos. Los síntomas incluyen falta de coordinación, debilidad y pérdida de movilidad progresiva. No existe cura para esta enfermedad, pero algunas terapias y medicamentos pueden ayudar a disminuir el progreso.
Miastenia gravis
El nombre miastenia gravis deriva del griego y del latín y significa "debilidad muscular grave". La enfermedad hace que los receptores de impulsos de los músculos falla y, entonces, los impulsos nerviosos enviados por el cerebro -que comanda el movimiento de los músculos- quedan ineficaces. Los síntomas incluyen los párpados caídos, dificultad para comer, visión borrosa, fatiga muscular y dificultad para respirar.
Esclerosis lateral amiotrófica
La esclerosis lateral amiotrófica (ELA), o enfermedad de Lou Gehrig, es una enfermedad neurodegenerativa que ataca a las neuronas motoras. Conforme estas neuronas se vuelven incapacitadas, son incapaces de alcanzar los músculos, lo que hace que la función de control de motor se deteriora. Los primeros síntomas incluyen debilidad en los brazos y las piernas y dificultad para tragar, respirar y hablar. Muchas veces, en etapas más avanzadas de la ELA, ocurre la parálisis y atrofia de los miembros.
Parálisis cerebral
La parálisis cerebral es un desorden que perjudica la función motora, la postura y el equilibrio de una persona. Ocurre cuando hay daños en la región del cerebro responsable por el tono muscular o por la cantidad de resistencia impuesta a un músculo. La persona con parálisis cerebral, a menudo, tiene dificultad para realizar tareas físicas, aunque los síntomas varían de acuerdo con la gravedad de cada caso.