Contenido
Enraizadores caseros pueden ser construidos a partir de casi cualquier cosa, junto con un poco de imaginación y creatividad. Asegúrese de que, independientemente del tipo de recipiente que utilice, el enraizador tenga al menos 10 cm de profundidad para que las raíces puedan crecer hasta la longitud adecuada. Algunas plantas que responden bien a la arraigada estimulada por el agua son cualquier tipo de hiedra, trepadoras, philodendron, coleus y menta. Varias hierbas y flores anuales también son fácilmente arraigadas en el agua.
Aprenda a transformar las lámparas en los estilosos vasitos de plantas (Polka Dot Images / Polka Dot / Getty Images)
Arte en las ventanas
Vaya a una tienda y encuentre dos o tres vasos ligeros o cualquier recipiente de formato parecido, que puedan contener agua y que usted encuentre atractivos para sus estacas. Usted también necesitará de 60 a 90 cm de hilo de cobre de 2 mm y de alambre de nylon. Enrolla una punta del hilo de cobre debajo del borde de su recipiente. Usted puede necesitar alicates para ayudar a entortar y encajar de forma justa el alambre, garantizando la firmeza del arreglo. Repita el procedimiento en los vasos siguientes, usando la imaginación para crear formas entre los vasos. Tenga en cuenta el peso total de su arreglo, una vez llenados los vasos con agua; normalmente de dos a tres vasos pueden ser soportados sin mayores problemas por el hilo de nilón. Amarrar la línea a los extremos del hilo de cobre y colgar el arreglo en un gancho frente a una ventana (usted puede atar firmemente en un clavo o en el pestillo de la ventana en vez de utilizar un gancho).
Dibuje un proyecto para sus arreglos antes de comenzar para que usted tenga una idea de cómo el proyecto debe ser construido y con lo que deberá parecer. Usted puede agregar cuentas y flores secas al hilo para la ornamentación.
Recicle las lámparas
Utilice sus lámparas quemadas como enraizadores; usted puede utilizarlas de la misma forma que los vasos, atrapados en alambre de cobre. Usted necesitará desmontar la lámpara, lo que debe ser hecho con cuidado, pues el material en cuestión es un vidrio muy fino.
Sea cauteloso al desmontar la lámpara; siempre la envuelva en una toalla para protección, si se rompe. Sujetando la lámpara cubierta firmemente con una de las manos, utilice alicates de pico fino para agarrar el punto de soldadura - el bikini negro de la parte metálica de la lámpara - y empiece a girar; las partes no deben resistir mucho al intento de separación. Utilice un destornillador para romper los filamentos y tubos en el interior, manipulando la lámpara de manera firme pero no bruta, y tenga cuidado al romper los componentes. Juega todo en un descarte apropiado, raspe suavemente el interior para quitar partículas de repuesto y nunca coloque los dedos en el interior del bulbo, pues la posibilidad de corte es alta. Todo lo que debe quedar es la lámpara y el borde metálico. Juega un poco de sal en el interior y chacoalhe para limpiar el revestimiento interno, enjuague con agua y tendrás en tus manos un desolado enraizador de plantas para alojar tus mudas.