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Las plantas de jardín necesitan alimento para crecer. Si el suelo es rico en nutrientes, la plantación será más exitosa que si tiene que luchar por la comida. Las plantas también agotan los nutrientes de la tierra a lo largo del tiempo, pero la adición de fertilizante mejora la calidad nutricional del suelo. Una alternativa a la compra de productos de fertilizantes comerciales es hacer sus propios usando cáscaras de huevos.
Fertilizante líquido de cáscara de huevo
Coloque las cáscaras de huevo usadas en una jarra de agua con la tapa ligeramente colocada y déjelas por alrededor de un mes. Usted puede continuar añadiendo más cáscaras durante todo ese tiempo, pero cuando las primeras estén en el frasco durante cuatro semanas, el fertilizante estará listo para ser utilizado. Diluya el líquido en la proporción de 1 taza de agua de cáscara de huevo para cuatro litros de agua y úsela para regar las plantas. Utilice este fertilizante con la misma frecuencia que usaría cualquier abono común.
Tenga en cuenta que esta solución no tendrá un buen olor. Colóquela en un lugar seguro, donde no pueda ser derribado y derramado. Se puede mantenerla en el garaje o en otro lugar que generalmente se queda en una temperatura moderada, en lugar de en la cocina.
Fertilizante de cáscara de huevos en polvo
Deje que las cáscaras descartadas se sequen, colocándolas en un recipiente abierto en un lugar seco o en un horno caliente para obtener resultados más rápidos. Cuando las cáscaras estén secas y quebradizas, aplastelas en pedazos pequeños y, a continuación, triturarlas en polvo fino en una licuadora o procesador de alimentos. Asperje ese polvo alrededor de plantas, flores y verduras, como haría con un abono comercial.
Como funciona
Las cáscaras de huevo son ricas en calcio, un nutriente esencial para el crecimiento y producción de células en plantas. En realidad, contienen aproximadamente el 93% de carbonato de calcio. También se componen de aproximadamente 1% de nitrógeno, otro componente esencial del abono. Además, las cáscaras de huevo contienen otros minerales, como el ácido fosfórico, que son beneficiosos para el crecimiento y la salud de las plantas.