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La pérdida de pelos en gatos puede causar mucha preocupación por los dueños de animales. Las enfermedades que causan esto varían de condiciones simples a condiciones más complicadas que requieren serios tratamientos. La pérdida de pelos persistente puede ser una señal de problemas graves y sólo un veterinario será capaz de diagnosticar y ayudar a tratar cualquier enfermedad que dañe a su gato.
Enfermedades parasitarias cutáneas
Una de las principales causas de la pérdida de por felina son las enfermedades cutáneas parasitarias. Este tipo de enfermedad puede ser causada por diversos parásitos, como los ácaros de la sarna, piojos, micosis, levaduras y hongos. Los síntomas incluyen pérdida de pelo, picor excesivo, descamación de la piel y eritemas. Una visita al veterinario determinará qué parásito es el causante del problema. Cuando el parásito es reconocido, un plan de tratamiento será trazado para tratar la condición del animal.
hipertiroidismo
El hipertiroidismo se produce en los gatos cuando la glándula tiroide produce una excesiva de la hormona tiroxina. La pérdida de pelo, piel y los aceitosos son signos de esa condición. Alrededor de 1/3 de los gatos con esta enfermedad también desarrolla lesiones cutáneas y puede comenzar a lamerse. Los gatos pueden ser tratados teniendo parte de la tiroides removida por medio de terapia con yodo radiactivo y metimazol.
Sarna demodécica
La sarna demodécica es una infección que ocurre en gatos. Puede ocurrir de dos formas: la localizada y la generalizada. La forma localizada es más común y los síntomas incluyen la pérdida de pelo y piel escamosa en la cara, la cabeza, las orejas y el cuello. La forma generalizada es similar en los síntomas, pero la piel escamosa y las lesiones ocurren en las piernas y en el cuerpo. Cuando la forma generalizada de la sarna demodécica ocurre en un gato, normalmente señala una enfermedad subyacente, como la leucemia felina u otra enfermedad grave.
Alopecia facial
La alopecia facial es una enfermedad que ocurre en gatos naturalmente. Los síntomas incluyen disminución de la densidad de pelos entre los ojos, la cara y cerca de las orejas. Es más común en gatos de pelo corto y de color oscuro. Los animales con edades entre 14 y 20 meses son los más susceptibles. Esta condición no debe ser motivo de preocupación, a menos que aparezcan signos de enfermedades de la piel, como enrojecimiento o escamación. También no existen tratamientos necesarios, porque la enfermedad desaparece por su cuenta.