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Exceso de peso, mala alimentación y sedentarismo. Esos son los mayores villanos que pueden llevar a una persona a desarrollar la diabetes, que es el aumento de la tasa de azúcar en la sangre y que, si no es controlada y tratada, puede conducir a varios problemas de salud. La buena noticia es que es posible prevenir este mal. Vea en este artículo cómo reducir el riesgo de desarrollar la diabetes.
Corregir la dieta
Mantener una alimentación sana es una pieza sana para reducir el riesgo de desarrollar la diabetes. Controla la ingesta de azúcar, así como la de harina blanca refinada, como pan, galletas y pasteles, alimentos que aumentan la tasa glucémica de la sangre, que es el principal ejemplo de carbohidratos de alto índice glucémico. Trate de evitar el consumo de refrescos comunes, salsas listas, jugos industrializados, embutidos, además de frituras en general, ya que estos alimentos aumentan el riesgo de desarrollar la diabetes.
Controlar el peso
Hace mucho tiempo que se habla de la relación entre la obesidad y el riesgo de desarrollar la diabetes del tipo 2. Se estima que los individuos con sobrepeso u obesidad tienen tres veces más riesgo de desarrollar la diabetes si se comparan con la población con el peso considerado normal. La pérdida de peso promueve la disminución de la resistencia a la insulina y mejora la tolerancia a la glucosa.
Hacer actividades físicas
Todo el mundo sabe de la infinidad de beneficios que la práctica de ejercicios físicos trae para la salud. Y no es diferente cuando el tema es diabetes. Hacer actividades físicas disminuye la tasa de azúcar en la sangre y es una de las mejores maneras de evitar la diabetes. Esto ocurre porque durante el ejercicio. El cuerpo usa el azúcar disponible en la sangre para conseguir más energía y con ello reduce la glucosa y acaba ayudando en el control de la enfermedad.
Reducir la ingesta de grasa
No es sólo el consumo de azúcares y de carbohidratos que pueden conducir a la diabetes. Los estudios muestran que las dietas ricas en grasa interfieren en el receptor de insulina existente en la célula. Para que el organismo transforma la glucosa en energía, la insulina debe conectarse a un receptor anclado en la membrana de la célula. Sin embargo, en determinadas situaciones, este receptor no funciona como debería, lo que conduce a la diabetes.