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Los médicos suelen solicitar muestras de heces de pacientes que están sintiendo una gran variedad de síntomas. Proporcionan información sobre la salud general del sistema digestivo. Las heces que difieren de la normalidad en términos de color y consistencia pueden indicar enfermedad o infección. Las heces amarillas y blandas son inusuales y pueden indicar un problema médico.
El estado de las heces de una persona es un buen indicador de los posibles problemas de salud (toilet paper image by araraadt from Fotolia.com)
identificación
Las haces sanas son marrones y bien formadas, indicando una dieta sana y un sistema digestivo en buen funcionamiento. En las heces amarillentas, pueden estar entre la franja de los colores verde claro al amarillo brillante. Este tipo fecal generalmente no está bien formado y se deshace en contacto con agua del inodoro. También pueden parecer tener un alto contenido de agua o humedad, adquiriendo una consistencia líquida. No hay un solo olor asociado a las heces amarillentas, sin embargo, un olor extraño atípico estar presentes.
significado
Las heces amarillas pueden indicar una serie de condiciones. Sus causas menos graves incluyen una reacción natural a una dieta rica en alimentos con colorantes amarillos o verdes. Las heces de color amarillento pueden ser el resultado de una dieta rica en betacaroteno. Muchas veces pueden indicar niveles bajos de bilis y bacterias presentes en el tracto digestivo sano. Las bacterias responsables de transformar las heces en el color marrón pueden no haber tenido suficiente tiempo para interactuar con la torta antes de que el cuerpo expulsara.
Las ocurrencias crónicas de heces amarillas pueden indicar problemas más serios. El síndrome de Gilbert es una enfermedad en la que el hígado produce bilirrubina en exceso. Esto puede llevar no sólo a las heces amarillas, sino también a una coloración amarillenta en la piel o los ojos. La mala absorción de grasa es otra posible causa de las heces amarillentas. Si su cuerpo no está absorbiendo grasas adecuadamente, este exceso puede terminar en su intestino, dando al bolo fecal una tonalidad amarilla. Esto puede indicar una enfermedad grave, como la enfermedad celíaca. Las hijas amarillas pueden ser una señal de enfermedad de la vesícula biliar o incluso cáncer de páncreas, condiciones que requieren atención médica inmediata. Raramente, las heces amarillas blandas son provocadas por un parásito llamado giardia, que invade los intestinos e interfiere con la digestión.
tratamiento
El tratamiento específico para las heces amarillas depende de la causa de la enfermedad. Las causas pueden determinarse mediante un análisis de sangre o pruebas de muestra de heces. Si el problema es el resultado de una fluctuación en la dieta de una persona, el médico puede recomendar una dieta alternativa que es rica en fibra y probióticos (que promueven la función intestinal sana). Las hijas amarillas crónicas son a menudo indicativo de algo más serio. Si son el resultado de una enfermedad de la vesícula biliar, puede que tenga que ser removido. Las enfermedades hepáticas que contribuyen a las heces amarillas pueden ser combatidas a través de la dieta o la medicación prescrita. Las heces sueltas crónicas también pueden contribuir a la deshidratación. Exceso de líquidos o líquidos intravenosos pueden ser prescritos en casos de deshidratación extrema.
prevención
Una dieta rica en fibra y vegetales verdes ayuda a regular el intestino y promueve la digestión normal. Las fibras ayudan a afirmar la consistencia de la torta durante la digestión. Monitoree la ingesta de alimentos con mucho colorante para reducir la probabilidad de que las heces con un color anormal, como el amarillo. Los alimentos ricos en hierro y magnesio ayudan a promover el funcionamiento del hígado sano, reduciendo la probabilidad de exceso de producción de bilirrubina.
consideraciones
Evacuaciones normales incluyen ocasionalmente heces blanqueadas o blandas. Las heces blandas o amarillentas no siempre son indicativas de un problema serio. Sin embargo, las heces amarillas y blandas crónicas requieren atención de un médico. Puede diagnosticar la causa de los movimientos intestinales anormales y monitorear al paciente para señales de deshidratación como resultado de la diarrea.