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La harina malta es una harina hecha de un grano germinado, o semillas de granos que han sido germinadas, secas y molidas. Típicamente, el grano germinado es la cebada. Estos granos se pueden utilizar para mejorar los ingresos y se cree que tienen muchos beneficios para la salud. Muchos tipos de harina en el mercado incluyen un poco de harina malta y usted puede consultar la lista de ingredientes en el envase para comprobar.
La harina malta ayuda a alimentar la levadura, haciendo que el pan crezca (Thomas Northcut / Photodisc / Getty Images)
Mejorar el pan
Añadir una cucharada de harina malta de cebada a la masa de su pan para mejorar la textura, el aspecto y el sabor del pan. Las enzimas en los granos germinados transformarán el almidón presente en el trigo en azúcar, lo que alimenta la levadura de la masa. La levadura libera gases que hacen el pan crecer y promueven la fermentación para el sabor. La fermentación extra también ayuda a oscurecer la corteza del pan.
En postres
Una manera sabrosa de usar la harina malta es en el postre. Es ligeramente más dulce que las harinas comunes, añade un sabor único. Un postre que usted puede preparar y que destaca el sabor de la harina malta es la galleta de tapioca. Combina la harina de tapioca, harina común y harina malta con vainilla, jarabe de a bordo, cereal crujiente y coco rallado. Enrollar la masa en pequeñas bolitas y achacarlas suavemente, luego asegúelas en una asadera untada.
Hacer galletas
Las galletas frescas y hechos en casa son un añadido impresionante a cualquier comida y usted puede usar la harina malta para hacerlos. Combina harina común, salvado de avena, harina malta de cebada y harina de quinoa con levadura en polvo, leche en polvo, grasa y sal. Abra la masa y corte en la forma que desee, luego asegúrelos en una bandeja. Este tipo de galleta combina bien con sabores dulces o salados, como jalea o queso.
Hacer pasteles de cebada
Los pasteles de cebada, o mazas, utilizan una receta antigua que lleva harina malta de cebada, además de ser lo suficientemente simple para que cualquier persona haga en casa. Combine la harina maltada con agua, miel y aceite de oliva. Dejar la masa descansar en la nevera, luego abrirla, dejándola lo más fina posible y cortarla en la forma que desee. Asa los pasteles en una asadera untada.