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La gente hace más de mil años sabe de los beneficios de los castillos hechos de piedra. Cuando se piensa en un castillo, generalmente lo que viene a la mente es aquellos hechos de piedra, cuya construcción dura por mucho tiempo. Aunque la piedra tiene sus desventajas, su uso como material de construcción da a los castillos varias ventajas en relación al uso de madera u otros materiales.
Castillos de piedra tenían varias ventajas en comparación con el uso de otros materiales de construcción (Jupiterimages / Photos.com / Getty Images)
defensa
Una de las principales ventajas de los castillos de piedra es que se pueden construir más altos que los otros tipos. Su base resistente permite muros más altos que no podían ser fácilmente invadidos por los enemigos subiendo las paredes o disparando flechas en llamas. La altura también dio a los vigilantes una mejor visión del terreno alrededor. Si un enemigo intentaba un enfoque, los guardias lo ver, dando a los defensores del castillo tiempo para planificar una defensa.
Prevención de incendios
Con el uso de una catapulta, los enemigos podían lanzar bolas de fuego en un castillo de madera, quemándolo rápidamente hasta que no quedara nada. Castillos de piedra tenían áreas que podían ser quemadas, pero incendiarlo todo era algo rara vez posible. Esta ventaja también servía bien para las personas que vivían dentro de él. Antiguamente, las velas y las chimeneas eran la única fuente de luz y calor después del oscurecimiento, por lo que el riesgo de incendio era muy grande. Las paredes de piedra ayudaron a evitar cualquier propagación del fuego al resto del castillo.
durabilidad
A diferencia de la madera, la piedra no se pudre y no está sujeta a la infestación de insectos. Construidos con pesados bloques de piedra cementados con mortero e impermeables a los elementos, los castillos de piedra duran siglos.
Símbolo de poder
Incluso ahora, al ver un castillo de piedra en fotos o personalmente, es una visión impresionante. Un inmenso castillo, construido muy alto y defendido en todos los ángulos, seguramente habría dicho a las personas que vivían cerca de él quien estaba al mando. Cuando William el Conquistador comenzó su reinado en Inglaterra, en 1066, él construyó castillos de piedra para enfatizar su poder y permanencia.