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Los efectos de mezclar alcohol y cualquier medicamento pueden ser fatales. Se diferencian de una persona a otra debido a una serie de factores, como el peso, la química corporal, la tolerancia y el tiempo involucrado. Dado que existe el elemento de imprevisibilidad cada vez que se mezclan estas sustancias, una medida perspicaz es evitarlo. Una combinación particularmente peligrosa es el alcohol con codeína.
Alcohol
El alcohol pertenece a la clase de fármacos depresores del sistema nervioso central. Estos medicamentos ralentizan la función de este sistema, incluida la respiración, los procesos de pensamiento y la frecuencia cardíaca. También pueden causar somnolencia excesiva.
Codeína
La codeína es un opioide. Los opioides pertenecen a una clase de medicamentos llamados analgésicos (alivian el dolor). Los opioides también se consideran depresores del sistema nervioso central, lo que significa que tienen efectos similares al alcohol.
Mezcla de codeína y alcohol
La codeína y el alcohol son depresores del sistema nervioso central. Por lo tanto, mezclar estos dos aumenta los efectos, es decir, puede haber un aumento de la sedación y otras consecuencias, la más fatal de las cuales es la sobredosis. Esto se debe a que los dos fármacos que trabajan juntos pueden retrasar aún más el funcionamiento del sistema nervioso, hasta el punto de que se detenga por completo.
Codeína
Revise las etiquetas cuidadosamente cuando tome cualquier medicamento. Recuerde que, incluso cuando el nombre del medicamento no sea codeína, puede contener este activo. Ejemplos de esto son Vicoden y Tylenol 3. Además, existen otros opioides similares a la codeína que deben considerarse peligrosos cuando se mezclan con alcohol. Algunos de los más comunes son Percocet y Dilaudid.
Precauciones
Nunca mezcle alcohol con ningún medicamento, exento o no de prescripción médica, sin antes consultar a un farmacéutico o médico. En particular, no mezcle opioides y alcohol, ya que cada uno aumenta la potencia del otro.