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Los niños se desarrollan socialmente y emocionalmente desde el día en que nacen. El ambiente y las interacciones iniciales moldean su desarrollo emocional y social. Los 3 primeros años de un niño son cruciales para el desarrollo, de acuerdo con el Departamento de Cuidado y Servicios Familiares, de Illinois. Las actividades que aumentan el desarrollo social y emocional de un niño deben ser desarrolladas en el aula o en casa.
Encuentros para jugar
Los encuentros para jugar dan a los niños de la misma edad, oportunidades de practicar interacciones sociales. Los niños también aprenden a identificar y reaccionar ante las emociones de sus colegas, una habilidad importante en el desarrollo de amistades y en la interacción con los demás. Una actividad estructurada del día de juego, cómo hacer diseños artesanales o decorar galletas, mantiene a los niños enfocados y, incorpora habilidades sociales como dividir y seguir instrucciones. Los juegos libres ayudan a los niños a practicar sus habilidades sociales sin mucha orientación de los padres. Los encuentros para jugar se pueden realizar con niños de la vecindad, hijos de sus amigos o en un grupo formal. Wonder Time sugiere que se limite el tiempo para jugar, especialmente, actividades organizadas, para los niños más jóvenes.
interpretación
Las actividades de interpretación simulan situaciones de la vida real que involucra el desarrollo social o emocional. Los niños se vuelven capaces de lidiar con situaciones que pueden aparecer, como un compañero que no quiere dividir un juguete o un niño que practica bullying. Los niños actúan de la forma en que podrían manejar la situación de un modo socialmente aceptable, teniendo en cuenta los sentimientos de otras personas. En vez de, ellos mismos actúan la situación, los niños pueden usar títeres, muñecas o muñecos de acción. Los juegos de vestir, en los que los niños fingen ser otra persona, también funcionan. La duración de la interpretación debe depender de la edad del niño y de sus niveles de desarrollo social y emocional.
Hora de juegos creativos
Actividades creativas permiten a los niños más jóvenes expresar las emociones que puedan tener dificultades para verbalizar. Pintar una imagen o jugar con arcilla son 2 ejemplos de proyectos de arte que facilitan el desarrollo emocional y social. La Universidad de Maine, también, sugiere actividades de movimientos, musicales y sensoriales como actividades sociales y emocionales. Los niños son capaces de usar la creatividad libremente durante estas actividades, expresando sus propios pensamientos e ideas. Muchos juegos para niños también incorporan elementos cooperativos y sociales. Carreras de relevo y seguir al Maestro son 2 ejemplos de juegos que, requieren que los niños trabajen juntos e interactúen socialmente.