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Las opiniones son verdaderas para quienes hablaron o escribieron la información. Los hechos son verdaderos, independientemente de que el oyente o el lector acepten o no. La diferencia básica es un desafío para los estudiantes, pero puede utilizar algunos juegos y ejercicios divertidos que demuestren estos conceptos.
Juegos
Escribe hechos y opiniones en oraciones en pequeñas tiras de papel. Dóblelos y distribúyalos a los estudiantes. Dibuje dos columnas en la pizarra, una para cada categoría. Divida la clase en dos grupos. Pida a cada persona que vaya a la pizarra y escriba la oración en la columna correspondiente. Da dos puntos por cada golpe. Luego, déle al otro equipo la oportunidad de ganar un punto indicando si la información se identificó correctamente.
Demostración
Escriba una serie de preguntas, cada una pidiendo una respuesta objetiva u obstinada. Puede preguntar "¿Cuál es el mejor sabor de helado?" o "¿Cuántos estudiantes hay en esta clase?". Pida a cada uno que tome un papel. Haga sus preguntas y dígales que escriban sus respuestas en una hoja. Cuando termine, pídales que respondan una pregunta de opinión. Cuando tenga algunas respuestas, pregunte a la clase cuál es la correcta. Muestre que no hay verdad en las opiniones. Luego pídales que respondan las preguntas de hechos y, nuevamente, pregunte qué es correcto. Si hay desacuerdos, muestre qué hechos se pueden verificar.
Nota
Puede enseñar la diferencia entre hechos y opiniones haciendo que los estudiantes escriban por su cuenta. Lleve algunas golosinas a la clase, como chicle, galletas o pizza. Pida a los alumnos que tomen una hoja de papel y dibujen dos columnas, mientras distribuye las delicias. Dígales que escriban tres hechos y tres opiniones sobre los alimentos. Puedes ejemplificarlo diciendo "Mi caso es que la pizza es redonda y mi opinión es que hace demasiado calor para comer". Deje que se diviertan haciendo ejercicio.
Experiencias
Una clase de ciencias es excelente para ampliar sus enseñanzas sobre hechos y opiniones. Pida a los estudiantes que hagan una serie de observaciones sobre un experimento. Puedes usar la combinación de levadura y vinagre, por ejemplo, y pedirles que analicen el color de cada ingrediente antes de mezclarlos y la textura y reacción al combinarlos. Pida a los alumnos que escriban sus observaciones. Luego dígales que escriban sus opiniones sobre el experimento.