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El agrandamiento del hígado, una condición llamada hepatomegalia, es un síntoma de patologías o daño hepático, y se encuentra entre los problemas de salud que más causan la muerte en los perros. El hígado se encarga de desintoxicar la sangre, eliminar las excreciones, ayudar a la digestión con bilis y cumplir otras funciones auxiliares en el crecimiento, prevención de enfermedades, almacenamiento de nutrientes, suministro de energía y reproducción. Las enfermedades en este órgano no solo pueden disminuir considerablemente la calidad de vida de su perro, sino que pueden ser fatales. Si sospecha que su mascota tiene un problema de hígado, llévelo al veterinario lo antes posible. El hígado a menudo puede curarse solo si el problema se trata antes de que cause demasiado daño, lo que hace que sea especialmente importante buscar ayuda médica tan pronto como aparezca el signo de un problema.
Síntomas
Si bien un aumento en el hígado puede ser un signo de enfermedad, la ictericia es casi siempre un síntoma de mal funcionamiento del hígado. Otros síntomas en los perros incluyen pérdida de apetito seguida de pérdida de peso, evacuaciones intestinales poco frecuentes, convulsiones, cambios de comportamiento, vómitos, diarrea y heces blandas de color gris a blanco.
Diagnóstico
Si su veterinario sospecha un problema hepático, debe someterse a un examen físico. Se encuentran membranas mucosas pálidas o amarillas y agrandamiento del bazo o del hígado que pueden indicar una enfermedad hepática. Luego, el veterinario debe ordenar un panel químico y análisis de sangre, posiblemente seguidos de una biopsia de hígado, para confirmar el diagnóstico.
Enfermedad del higado
La enfermedad hepática puede ser causada por una infección bacteriana o viral, parásitos, cáncer, inflamación, conductos biliares o venenos obstruidos. Pancreatitis, anemia, hepatitis, gusano del corazón (parasitosis circulatoria), cáncer y cirrosis son enfermedades que también afectan al hígado. También existen otras causas de problemas secundarios, como hipotiroidismo, diabetes mellitus, hipertiroidismo, enfermedad de Cushing y enfermedad inflamatoria intestinal.
Descanso y nutrición
En el caso de un trauma, a menudo solo se requiere una hospitalización adecuada con cuidados auxiliares y descanso para restaurar la salud. El hígado tiene una capacidad extraordinaria para curarse a sí mismo cuando el daño no es extenso. Incluso en algunas formas de enfermedad hepática, el descanso suficiente y una buena nutrición pueden ser extremadamente importantes para curar. Los alimentos tienen un papel especial en el tratamiento de varias enfermedades hepáticas y, dependiendo de la causa de los problemas de su perro, su veterinario puede recetarle una dieta especial baja en cobre, suplementos diarios de vitaminas y minerales y otros alimentos específicos.
Medicamento
Ciertos medicamentos pueden ayudar a tratar la enfermedad hepática, dependiendo de qué tan avanzado esté el problema. Los corticosteroides a menudo se recetan para la hepatitis crónica, mientras que los antibióticos se recetan cuando hay una infección primaria o secundaria.
Cirugía
A veces, la cirugía se usa para tratar la enfermedad hepática y puede corregir afecciones en las que un vaso envía sangre alrededor del hígado en lugar de a través de él.
Cuidado auxiliar
No existe un tratamiento específico para muchos tipos de enfermedad hepática, y es necesario brindar cuidados auxiliares para mantener al animal hidratado. El cuidado auxiliar también incluye asegurarse de que el perro reciba una nutrición adecuada y de que se controlen los vómitos, lo que a menudo se realiza mediante fluidos intravenosos o subcutáneos.