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El uso de velas en varias ocasiones es común en los hogares brasileños.Se venden en muchas formas: decoradas, litúrgicas y de cumpleaños, las velas en recipientes, votivas y cilíndricas son las más populares. Solo en los Estados Unidos se utilizan más de mil millones de libras de cera en la producción de velas, y las fragancias son la característica más importante en el momento de la compra.
Velas perfumadas
Las velas aromáticas tienen una mayor concentración de aceites y son la principal fuente de humo negro, lo que genera hollín cuando se queman. La mayoría de los aceites aromáticos que se utilizan en estas velas son hidrocarburos insaturados, que son líquidos a temperatura ambiente. Como resultado, la cera es más suave y no se quema a temperaturas tan altas. Cuanto menor sea la temperatura de combustión de la vela, más hollín produce.
La llama
Una llama estable pequeña tiene una tasa más baja de emisión de humo negro que una llama parpadeante más grande que arde con partículas negras visibles. El aire alrededor de la vela encendida lo hace posible. Es por eso que las velas en botellas de vidrio causan más hollín: a medida que la vela se quema, el oxígeno necesario disminuye. Además, el humo negro se produce cuando apagamos la vela pero no recortamos su mecha. Esto puede calentarlo. Las velas al rojo vivo generan humo que contiene partículas no quemadas.
La mecha
Recortar la mecha de la vela dejándola 0,5 cm o menos reducirá el hollín negro y permitirá que la vela se queme más limpiamente. Una causa común del humo negro es una mecha demasiado larga. La llama no puede quemar toda la cera con la que entra en contacto.
Corrientes de aire
Las corrientes de aire pueden hacer que la combustión sea irregular o incompleta, provocando breves nubes de humo negro, compuesto principalmente de carbono. Una llama constante muestra que la vela se quema correctamente.
Advertencia sobre el plomo tóxico
El plomo era un metal de uso común en las mechas de velas, hasta 1974, cuando la industria ofreció descontinuar su uso. El metal ayudó a mantener rectas las mechas de las velas de algodón. Esto, sin embargo, resultó en concentraciones no recomendadas del metal en el interior y partículas esparcidas por las casas, lo que resultó en hollín y acumulación de metal. A pesar de la prohibición voluntaria, todavía se puede encontrar plomo en algunas mechas.