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Para un aficionado a los puros, uno hecho a mano es como un buen vino. Está hecho para saborearlo y durar. Los puros de calidad se enrollan a mano y las hojas de tabaco no se rompen, como en los cigarrillos. Los puros excelentes suelen depender del tabaco utilizado y de la forma en que se elaboran. Si el cigarro tiene pocas hojas de relleno, se quemará más rápido y se calentará más. Si el puro tiene muchas hojas, es más difícil para el fumador extraer el humo. Hacer puros a mano es un arte, pero con la práctica se pueden lograr excelentes resultados.
Hacer puros manualmente
Paso 1
Selecciona el tipo de tabaco y prepara las hojas para el relleno que se incluirán en tu puro, quitando completamente el tallo del centro de cada hoja. Estas hojas pueden ser una mezcla de diferentes tipos de tabaco.
Paso 2
Coloque varias hojas sobre una superficie plana. Dobla cada hoja por separado en trozos de aproximadamente 13 centímetros de ancho. Apílelos uno por uno, uniéndolos firmemente a medida que avanza, hasta encontrar el grosor ideal.
Paso 3
Coloque el montón de hojas en diagonal al final de una hoja de tabaco para envolver. Tire del borde de la hoja hacia arriba, colóquelo encima y alrededor de las hojas de relleno. Continúe envolviendo la hoja en diagonal hasta que todas estén cubiertas, creando la forma de un cigarro.
Paso 4
Coloque una pequeña porción de goma vegetal en el borde de la hoja de recubrimiento y presiónela sobre el cigarro para sellar la capa. Coloque el cuerpo del cigarro sobre una superficie plana y gírelo hacia adelante y hacia atrás, con la mano, para adelgazar su superficie y alisar la hoja que lo recubre.
Paso 5
Coloque el cigarro en diagonal sobre la hoja de tabaco, la parte envuelta, con un extremo sobre el extremo del cigarro y continúe haciéndolo en diagonal hasta que la forma esté completamente cubierta.
Paso 6
Coloque dos gotas de goma de mascar vegetal en el borde de la hoja de envoltura y presione a través del cigarro para sellar la capa. Coloque el cuerpo del cigarro sobre una superficie plana y gírelo hacia adelante y hacia atrás, con la mano, para adelgazar su superficie y alisar la hoja que lo recubre.
Paso 7
Cortar el exceso de forro y hojas de un extremo, dejando aproximadamente 4 centímetros de largo de hoja para envolver, aproximadamente 0,6 centímetros de ancho. Envuelva el largo de la hoja en el puro, alisándolo mientras lo enrolla.
Paso 8
Corta una pequeña parte redonda, o la parte superior, de la hoja de tabaco. Hazlo un poco más grande que el otro extremo del cigarro. Aplique una pequeña porción de goma de mascar vegetal a la pieza y presione firmemente en la parte superior, o cerca del extremo, para sellar.
Paso 9
Recorta el otro extremo del cigarro, o el extremo, a la longitud deseada, con un cuchillo afilado.
Paso 10
Coloque el cigarro en un humidificador durante dos semanas antes de encenderlo, para que absorba la humedad y realce el sabor.