Contenido
- Pequeños trabajos
- Consideraciones agregadas brutas
- ¿Mezcla lista o mezcla manual?
- Otras Consideraciones
El hormigón es una mezcla de cemento, áridos finos en forma de arena, áridos crudos como grava o grava y agua. El volumen de los ingredientes combinados es prácticamente un tercio menos que la suma de los volúmenes de cada uno. Se puede mezclar 1 m³ de hormigón utilizando seis sacos y medio de cemento (sacos de 42 kg), 0,5 m³ de arena y 0,8 m³ de grava mezclados con agua hasta alcanzar la consistencia deseada.
Pequeños trabajos
Si necesita menos de un metro cúbico, puede mezclar el hormigón en una batidora portátil o manualmente, utilizando una pala y una carretilla. Usa las mismas proporciones. Una receta pequeña necesitará 1 balde de cemento, 2 1/4 baldes de arena, 1 1/2 balde de grava y 1/2 balde de agua.
Consideraciones agregadas brutas
La cantidad de cemento requerida en una mezcla de concreto se ve afectada por el tamaño máximo del material agregado utilizado. La grava o grava de pequeño diámetro requiere más cemento, para que la masa cubra correctamente las partículas de agregado. Como un saco de 42 kg equivale a 0,8 m³ de material, se debe mezclar grava de un tamaño máximo de 2 cm con una parte de cemento Portland, 2 1/2 partes de árido crudo y 1/2 parte de agua.
¿Mezcla lista o mezcla manual?
Un metro cúbico de hormigón pesará aproximadamente 2 t. Las materias primas deben manipularse de tres a cuatro veces, desde el transporte, la mezcla y hasta la ubicación final. Así, mezclar manualmente 2 m³ equivale a manipular de 12 a 16 toneladas de material. La mezcla preparada se puede entregar en un camión de cemento y directamente en los moldes preparados o en carretillas, si el espacio es un problema en el lugar de trabajo.
Otras Consideraciones
Las encimeras de hormigón se han convertido en una opción para aplicaciones en cocinas y baños. El hormigón ligero puede ser una alternativa cuando el peso es un problema. El hormigón formulado con piedra pómez, en lugar de arena, pesará unos 72 kg por metro cuadrado, frente a los 90 kg por metro cuadrado de la mezcla común, utilizando una capa de 3 cm de espesor. La diferencia puede ser irrelevante si se aplica en moldes reforzados. El hormigón ordinario es más fácil de pulir, mientras que el hormigón ligero puede costar hasta el doble.