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El collar cervical suave ayuda a estabilizar la columna cervical o el cuello en caso de una lesión reciente, dolor o cirugía. Algunos neurocirujanos y especialistas en columna vertebral evitan recomendar el uso de un collar cervical en el tratamiento de dolores en la columna. Además, el uso de este equipo es debatido entre los expertos. Los collares cervicales blandos no se deben utilizar durante mucho tiempo, porque la inmovilización puede causar efectos adversos, como la pérdida de masa muscular y la rigidez.
Radiculopatía cervical
Las lesiones causadas en la raíz del nervio cervical generalmente provocan dolor, entumecimiento y debilidad. Estos síntomas normalmente implican problemas, como degeneración de los discos, estrechamiento de la columna o hernia de disco. Estos síntomas se irradian desde el cuello hasta otros extremos. Para limitar ciertas actividades, el tratamiento de la columna cervical puede implicar la limitación de los movimientos para aliviar la compresión de los nervios. En este caso, el collar cervical puede ser recomendado por un corto período de tiempo para limitar determinados movimientos.
Collar cervical y cuidados postoperatorios
Dependiendo del tipo de cirugía, el médico puede pedir que el paciente use un collar cervical suave para estabilizar la columna vertebral cervical al inicio del proceso de cicatrización. Un fisioterapeuta o un cirujano proporcionar información básica sobre cuando usar un collar o cinta cervical. Esta sirve para dejar el cuello inmóvil durante el período de cicatrización, para que quede bien apoyado.
Efecto de látigo
Los collares cervicales, a menudo, se utilizan en el tratamiento del dolor después de que el paciente sufra una lesión llamada "efecto de látigo", causada por un accidente de coche o por otro problema. El efecto látigo es una lesión que afecta a los tejidos blandos de la columna cervical, donde los músculos y los ligamentos se comprimen debido a un movimiento brusco del cuello. Esto suele ocurrir debido a un accidente automovilístico debido a las frenadas repentinas o movimientos bruscos. Los pacientes con este tipo de lesión suelen sentir dolor durante varias semanas. En estos casos, normalmente el collar cervical se utiliza de dos a tres semanas después de la lesión.