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Aunque el queso de cerdo lleva ese nombre, no es un queso, sino un tipo de embutido. Se elabora a partir de la carne de la cabeza del cerdo, suspendida en la gelatina natural que se produce al cocinar los huesos y el tejido conectivo del animal. Los verdaderos quesos de cerdo deben elaborarse a partir de cortes no nobles en el animal, ya que la carne extraída no es rica en colágeno en el tejido conectivo de la cabeza, piel y mejillas, que son tejidos necesarios para crear la médula. Completamente cocido y en conserva, el queso de cerdo es un alimento que se puede combinar con otros alimentos, por lo que no requiere ninguna otra preparación.
Paso 1
Saca el queso de cerdo del refrigerador. La carne de este alimento ya está cocida y en conserva, pero puede volverse rancia. Para aumentar su vida útil, manténgalo refrigerado.
Paso 2
Haga cortes finos, como comer carne para el almuerzo, o corte la comida en cubos.
Paso 3
Agrega las rodajas de queso de cerdo al pan con mostaza y chucrut, formando un sándwich. Agrega diferentes ingredientes para adaptar la comida a tu gusto específico.
Paso 4
Mezclar el queso de cerdo cortado en cubitos con una vinagreta y verduras frescas para hacer una ensalada. También es posible mezclar los cubos solo con cebolla y vinagreta, haciendo una ensalada tradicional alemana.
Paso 5
Sirve los cubos y las rodajas en una bandeja, haciendo un menú de comida variada.
Paso 6
Prueba el queso de cerdo, agregando los acompañamientos de tu preferencia y creando tus propias recetas.