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Los patés de carne, como los elaborados con hígado de pollo, son un gran acompañamiento de los bocadillos o como relleno de sándwiches. Aunque puedes comprar tu paté ya hecho, también puedes prepararlo en casa, de forma rápida y sencilla. Los patés de carne son productos perecederos, por lo que debes utilizar el tipo de almacenamiento adecuado para aumentar su vida útil. Si utiliza las técnicas de congelación adecuadas, reducirá el riesgo de contaminación bacteriana y evitará enfermedades.
Paso 1
Envuelva el paté en una envoltura de plástico. Si lo preparaste en casa, puedes congelarlo todo o en porciones individuales. Envuelva el envoltorio firmemente alrededor de la (s) pieza (s). Congele todo el paté si tiene la intención de usarlo de una vez al descongelarlo. Congele porciones individuales si va a utilizar porciones pequeñas a la vez.
Paso 2
Coloque una hoja de papel de aluminio sobre la envoltura de plástico, cubriendo el paté por completo. Coloque una etiqueta de congelador en el aluminio, indicando la fecha en que se congeló el paté, para su referencia. Se puede congelar hasta por 1 mes.
Paso 3
Coloca el paté en la nevera 12 horas antes de servir, para que se pueda descongelar. También puedes dejarlo a temperatura ambiente durante unas 5 horas.