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La enfermedad de la sustancia blanca periventricular no es realmente una enfermedad. Este malentendido existe porque los profesionales de la salud suelen referirse a él como tal, pero la sustancia blanca periventricular es algo normal en el cerebro y los cambios en esta sustancia blanca son comunes con la edad. Las lesiones, que se identifican a través de imágenes, pueden provocar una "desconexión" entre ciertas regiones del cerebro, creando confusión, desequilibrio o demencia.
Causas
La deficiencia de la sustancia blanca periventricular (SBP) tiene varias causas, que incluyen el envejecimiento, los mini accidentes cerebrovasculares (accidente cerebrovascular) o afecciones relacionadas con la esclerosis múltiple. Los estudios han demostrado que más de un tercio de las imágenes por resonancia magnética realizadas en personas mayores de 65 años muestran algunas PAS. La condición también se ha relacionado con una deficiencia de vitamina B6. La SBP puede ser causada por pequeños accidentes cerebrovasculares o migrañas. Los investigadores creen que las pequeñas hemorragias en el cerebro a veces son la causa de las lesiones.
Síntomas
Entre los síntomas de la PAS se encuentran la velocidad reducida y la dificultad para caminar con equilibrio. Caminar más despacio es un síntoma, no necesariamente indicativo de lesión, y las personas tienden a caminar más despacio y con cuidado a medida que envejecen. Otro síntoma puede ser confusión o disminución de la capacidad mental. Dependiendo de la ubicación de la lesión, la capacidad para pensar con claridad o realizar una tarea en particular puede verse afectada.
Prevención
Se recomienda tomar pequeñas dosis de suplementos de B6 y reducir el estrés. Reducir la hipertensión y dejar de fumar también son importantes medidas preventivas. Además, el 20% de los que padecen migraña tienen un 20% de probabilidades de desarrollar lesiones (en comparación con el 1,4% de la población general). La administración de migrañas con betabloqueantes en combinación con otros medicamentos es una de las claves para reducir el riesgo de desarrollar lesiones.
Tratamiento
Cuando aparezcan las lesiones, los efectos serán permanentes. El tratamiento puede ayudar a adaptarse a nuevos síntomas (es decir, desequilibrio) o retrasar el proceso, que aún no se puede revertir. La fisioterapia es un componente clave del manejo de la PBE. Hay poca evidencia que demuestre que un régimen farmacológico ayudará a disminuir los efectos del problema. Sin embargo, la investigación sugiere que los antidepresivos y los fármacos antiparkinsonianos pueden ser útiles en algunos casos. Además, si el paciente ya está tomando medicamentos que afectan el cerebro o la capacidad de pensar, ajustar la dosis o cambiar a un medicamento similar puede ayudar a aliviar los síntomas.
Conclusión
La PBE se puede prevenir, pero se debe fomentar la prevención, la clave para vivir con ella es encontrar la manera de controlarla. Aunque no hay indicios de lesiones, aparecerán otras y las lesiones individuales pueden agrandarse con el tiempo y causar daños adicionales. La localización de una lesión también es importante con respecto a qué habilidades motoras se ven afectadas. La fisioterapia desarrollará y estimulará estas habilidades.