Contenido
Muchas infecciones pueden ocasionar dolores en las articulaciones, que pueden variar entre leves a extremadamente fuertes. Una de las infecciones más reconocidas es la artritis infecciosa, que puede ir debilitando las articulaciones cada vez más si no se trata a tiempo. Sin embargo, no es la única infección que puede ocasionar problemas en las articulaciones. Hay muchas otras que merecen ser conocidas y entendidas.
tipos
Las articulaciones pueden inflamarse e incluso dañarse la causa de infecciones. Algunas de las más comunes son causadas por infecciones bacterianas, gonorrea, lesión de las articulaciones, sustitución de la articulación, desórdenes genéticos, estreptococos y virus comunes.
carácter
Algunas infecciones por bacterias, como el estafilococo, pueden ocasionar fuertes dolores articulares. Esto es debido al aumento de los líquidos retenidos entre las articulaciones, que causan inflamación e hinchazón. Cuando no se trata inmediatamente, la gonorrea puede transformarse en una infección gonocócica diseminada (IGD). Esto provoca varios problemas incluyendo el dolor en las articulaciones. Los accidentes y lesiones deportivas pueden ocasionar daños en el tejido, en los tendones y en la lubricación de las articulaciones, derivando en dolores muy fuertes. Cuando las articulaciones se reemplazan, especialmente en las rodillas y en la cadera, pueden ocurrir infecciones, también muy dolorosas. Una enfermedad genética de los huesos conocida como displasia de rodillas también puede provocar dolores, este problema aumenta y dilata las articulaciones y, por consiguiente, no pueden ser operadas debidamente. Al estar deformadas las articulaciones, los dolores pueden ser leves o muy fuertes. Otro problema puede ser derivado por complicaciones en el tratamiento de los estreptococos, que causa fiebre reumática. Cuando esto ocurre, las bacterias se alojan en partes del cuerpo sensibles como, por ejemplo, una articulación débil. El parvovirus, el virus de la gripe, entre otros, también provocan dolores en las articulaciones y otros tantos síntomas más.
efectos
Otros síntomas, además de los dolores en las articulaciones, son comunes en casos como la gonorrea. Esta enfermedad puede provocar dolores abdominales y en el área pélvica, dificultad para orinar, flujo vaginal grueso y amarillo, flujo anal y prurito. Los síntomas relacionados con problemas en las articulaciones no ceden con frío, calor o analgésicos comunes. Estos síntomas también incluyen rigidez, hinchazón, sensibilidad e incluso deformaciones visibles. Cuando hay una sustitución de las articulaciones puede ocurrir también: erupciones cutáneas, enrojecimiento, rigidez, hinchazón y sensibilidad. Los síntomas de la displasia ósea son deformidad en las articulaciones, malformaciones de cabeza, pecho o pies, columna curvada, articulaciones endurecidas (no poder estirar piernas o brazos completamente) y miembros o cuello más corto. Los síntomas de estreptococos pueden incluir: fiebre (más de 38ºC), problemas para tragar, garganta roja y sensible, ganglios linfáticos hinchados, dolor de garganta (cuando no hay gripe o resfriado) y también placas en la garganta. Las complicaciones por estreptococos pueden incluir abscesos en la garganta, infección de riñones, otitis, fiebre reumática y celulitis en timo y faringe. Hay muchas diferencias entre los síntomas virales de acuerdo al virus que está ocasionando la enfermedad, pero casi todos causan fiebre.
Concepciones erróneas
Algunas personas creen que no sufren de dolor en las articulaciones, ya que están en buena forma, toman remedios para prevenir infecciones, van al médico regularmente, o porque evitan las contracturas musculares y lesiones en tendones y articulaciones. Ya que los dolores articulares pueden ser ocasionados por miles de motivos, es casi seguro que todas las personas iban a sufrir este problema al menos una vez en su vida.
edad
Los dolores articulares pueden afectar a personas de cualquier edad, ya sean bebés, niños, adultos y ancianos. Esto se debe al hecho de que cada grupo de edad tiene más tendencia a sufrir ciertos tipos de infecciones, que pueden resultar en dolores articulares.