Contenido
- Efectos colaterales para la depresión
- Efectos colaterales para la ansiedad
- Crisis de ansiedad
- Prevención / Solución
- atención
Lexapro es un medicamento de uso controlado indicado para el tratamiento de la ansiedad y la depresión, clasificado como un inhibidor selectivo de recaptación de serotonina (ISRS). Se prescribe para mejorar la calidad de vida de individuos con trastornos de ansiedad o depresión.Sólo en Estados Unidos, más de 18 millones de adultos ya recibieron esta prescripción, de acuerdo con los fabricantes. Como es el caso con cualquier medicamento controlado, hay varios efectos secundarios asociados al uso de Lexapro, como crisis de ansiedad.
Efectos colaterales para la depresión
Los fabricantes de Lexapro afirman que los efectos colaterales más comunes para los casos de tratamiento de la depresión son insomnio, vómitos, náuseas, somnolencia excesiva, fatiga, problemas de eyaculación, sudoración excesiva, disminución de la libido y disfunciones sexuales, como la anorgasmia.
Efectos colaterales para la ansiedad
Para aquellos que usan Lexapro para tratar los trastornos de ansiedad, los efectos secundarios más comunes reportados por los fabricantes son somnolencia e insomnio. Sin embargo, la incidencia de efectos colaterales asociados a los disturbios de ansiedad fue baja.
Crisis de ansiedad
En las etapas iniciales del tratamiento con ISRS, como Lexapro, pueden aparecer algunos síntomas de crisis de ansiedad. Esto incluye agitación, inquietud, ataques de pánico, corazón acelerado, palpitaciones y mareos.
Prevención / Solución
Pacientes muy ansiosos deben iniciar el uso de Lexapro en pequeñas dosis para evitar la posibilidad de síntomas de ataques de pánico, que pueden ocurrir al inicio del tratamiento. Se aconseja a los pacientes que esperen que estos síntomas pasen, ya que esto generalmente ocurre después de las dos primeras semanas.
atención
Existen riesgos asociados al uso de Lexapro para la depresión y la ansiedad. Algunos de estos riesgos son empeoramiento clínico, pensamientos suicidas y posible suicidio, efectos de abstinencia (como temblores y agitación) y síndrome de serotonina (confusión, inquietud, transpiración excesiva, ritmo cardíaco acelerado, etc).