Contenido
- Anomalías congénitas y enfermedades
- Dificultades de aprendizaje
- Problemas de comportamiento
- Problemas emocionales
Un niño ya nace adicta cuando su madre, mientras está embarazada, abusa de ciertos tipos de drogas, como la heroína o la metanfetamina. Esto puede causar daños extremos e irreversibles a un bebé. Más adelante, si sobrevive a la infancia, esa situación todavía puede traer secuelas al niño. Estos efectos van desde problemas congénitos hasta problemas conductuales.
Una madre adicta, cuando está embarazada, transfiere su vicio a los bebés, trayendo innumerables problemas de salud a él. (Comstock / Comstock / Getty Images)
Anomalías congénitas y enfermedades
El niño que ya nació adicta puede llevar las secuelas por toda la vida. Los defectos congénitos incluyen: pie torcido, paladar hendido, parálisis cerebral y problemas en el corazón. Los bebés que nacieron con tales anomalías necesitan un tratamiento médico continuo, con lo que las dificultades sociales, el aprendizaje y la movilidad. Cuando está embarazada, la mujer que usa drogas intravenosas aumenta el riesgo de contraer enfermedades como la hepatitis y el virus VIH. Las madres pasan ambas enfermedades al feto, arriesgando la salud del bebé o hasta matándolo.
Dificultades de aprendizaje
Dos factores pueden crear dificultad en el aprendizaje en niños que nacieron adictos. En primer lugar, el propio vicio puede causar retraso mental y dificultades de aprendizaje. El otro factor consiste en el ambiente donde ese niño permanece. Si ella todavía vive con padres adictos, factores ambientales, como la falta de atención, malnutrición e inestabilidad, contribuyen a la dificultad en el aprendizaje.
Problemas de comportamiento
Los bebés que nacieron adictos son más susceptibles a mostrar problemas de comportamiento que los niños que no tienen el vicio. Tales problemas incluyen cambios abruptos de humor, hiperactividad y déficit de atención. Estos pueden desarrollarse por la simple creación por un usuario de la droga y también por el nacimiento con el vicio. Los niños tienen generalmente una perspectiva a largo plazo mejor si sus padres se detengan con las drogas o si se retiran de estas situaciones negligentes.
Problemas emocionales
Un estudio realizado en el Departamento de Pediatría y en el Centro de Vicios prenatales de la UCLA indicó que los niños que nacen adictos son menos probables de formar lazos con los adultos que las cuidan. El Centro de Vicios Perinatales de Chicago hizo un estudio que mostró que los bebés que nacieron adictos se frustra fácilmente. Los niños son más propensos a atrofiar el desarrollo emocional que a aquellos que no nacieron con el vicio. No se sabe si tales problemas vienen de daños neurológicos o deficiencias, problemas psicológicos o ambos.