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Hay dos puntos de vista diferentes en cuanto a organizar el tiempo de un niño en casa. Algunos padres creen que es mejor seguir una rutina específica, mientras que otros prefieren crear sus hijos en casa de forma menos rígida y libre de agendas. Hay pros y contras para ambos estilos y ninguno puede ser considerado el mejor. Sin embargo, esto cambia cuando es necesario colocar al niño en una guardería. Las rutinas diarias se convierten en una necesidad para los niños en las guarderías para garantizar que todas sus necesidades sean atendidas en el momento oportuno.
Los bebés tienen gusto de seguir una rutina en las guarderías (Rayes / Lifesize / Getty Images)
Hora de comer
La mayoría de los niños comen cada dos o cuatro horas en promedio, variando de acuerdo con el tipo de alimentación, como la leche materna. Independientemente de lo que va dentro del biberón, es mejor adecuar el horario de alimentación de los bebés según la agenda que siguen en casa. Seguir un horario que imita el horario de la casa le ayudará a acostumbrarse a la guardería. Es importante recordar que, cuando se trata de alimentación, la rutina debe ser vista sólo como una guía, pues un niño debe comer siempre que siente hambre. Ver las señales que ella da y nunca deje a un niño hambriento esperar solamente para obedecer los horarios.
Hora de cambiar los pañales
Hay dos tipos de rutinas para el cambio de pañales que funcionan bien en las guarderías. Una de ellas es la rutina con horarios y la otra es la rutina con actividades. En la primera, el cambio de pañales ocurre de acuerdo con los horarios establecidos, por ejemplo, cada dos horas. En la rutina con actividades, los cambios se realizan en determinados intervalos que coinciden con las actividades del niño, como después de comer, cuando se despierta o después de jugar. Siguiendo una de las dos rutinas, usted garantizará que todos los niños del sitio sean intercambiados con frecuencia. Independiente del tipo escogido, los bebés con el pañal sucia deben ser cambiados inmediatamente.
Hora de acostarse
Los horarios programados para la siesta son esenciales en una guardería. Dependiendo de las necesidades particulares de cada niño, los bebés pueden pasar de diez a 16 horas durmiendo al día. En una guardería, es común que los bebés queden más estimulados con los ruidos, actividades, otros bebés llorando y el cambio de ambiente. Para evitar esto, determine algunos horarios de silencio que deben ser estipulados a lo largo del día y estimular a los niños a dormir. En estos horarios, aunque los bebés no duermen, las luces deben apagarse y el ruido se reduce al mínimo.
Hora de jugar
El horario de juego es tan importante como los demás y debe ser una parte de la rutina del niño. Sin embargo, debe ser flexible y adaptarse a la rutina de cada bebé. De acuerdo con su personalidad y necesidades específicas, el horario debe ser establecido.Un bebé un poco irritado que se deja en la guardería temprano por la mañana aprovechará mejor un tiempo solo en la cuna con algunos juguetes. Los bebés más activos de mañana preferirán jugar en grupo con bloques de encaje o oyendo una historia.