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Lavar la boca con un antiséptico es recomendado por dentistas como un complemento al cepillado regular y al uso de hilo dental. Utilizar un enjuagador bucal limpia los dientes, las encías y la boca por completo. El uso de un enjuague bucal antiséptico, como el Listerine, ayuda en la muerte de los gérmenes que causan la gingivitis, la placa bacteriana y el mal aliento.
Cómo funciona
Los principales ingredientes presentes en un antiséptico bucal como el Listerine son eucaliptol, mentol, salicilato de metilo y timol. El eucaliptol viene del aceite de eucalipto producido naturalmente. Conocido por su olor fuerte y agradable, se utiliza en tratamientos de congestión nasal, antitusígenos y en enjuagantes bucales, para reducir la inflamación. El mentol se deriva de plantas de menta y se utiliza en enjuagantes bucales por ser refrescante y tener efecto analgésico. El salicilato de metilo se utiliza para aliviar el dolor y se utiliza en el tratamiento del dolor muscular tópico, así como en los antisépticos bucales. El timol también se utiliza debido a sus propiedades antibacterianas. La combinación de estas sustancias antisépticas y antibacterianas matan gérmenes al contacto, lo que a su vez impide la gingivitis, calma la inflamación o dolor y evita la acumulación de la placa.
Tipos de enjuague bucal
Listerine utiliza una fórmula especial no utilizada por ninguna otra marca, pero las marcas comerciales no enumeran los mismos ingredientes en sus productos enjuagantes bucales. Otras marcas también utilizan diferentes ingredientes inactivos que pueden o no afectar el rendimiento del lavado de la boca. Algunos antisépticos bucales utilizan un enfoque diferente de la combinación de aceites esenciales antisépticos. El peróxido de benzoilo es un producto químico antibacteriano y se utiliza como el ingrediente principal en determinados antisépticos bucales para eliminar los gérmenes y proteger y blanquear los dientes.