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El arte cristiano existe desde hace tanto tiempo como el propio cristianismo. A través de los tiempos, la pintura cristiana abrazó nuevos desarrollos y movimientos artísticos. Ella abrió el camino hacia el Renacimiento y los movimientos culturales posteriores, y dejó un legado de algunas de las imágenes más memorables en culturas occidentales y orientales.
Capilla Sixtina
Pintado entre 1508 y 1512, el techo de la Capilla Sixtina, en Roma (Vaticano), es quizás la más famosa obra cristiana del arte. Ella cuenta la historia de la creación del hombre y otras historias del libro de Génesis. Imortalizada en la película "La Agonía y el Éxtasis", el proceso de pintura involucró a muchos de los aprendices de Miguel Ángel. La pintura fue hecha usando el método fresco de aplicar el pigmento en el yeso mojado. La capilla es visitada por cerca de cuatro millones de personas al año.
La última cena
Esta obra maestra de Leonardo Da Vinci, concluida en 1498, es una de las obras más famosas del artista. Él muestra la última comida de Jesús con sus discípulos, donde, de acuerdo con el Evangelio de Juan, uno de ellos lo traicionará. De acuerdo con Dan Brown, en su libro "El Código Da Vinci", el discípulo a la derecha de Jesús no es San Pedro, sino María Magdalena. Con el tiempo, el pigmento usado por Da Vinci pelado y desbotado, llevando a un extenso trabajo de restauración para salvar la imagen.
Madonna y el niño
Una de las imágenes más populares entre los cristianos, tanto para los católicos y para los cristianos ortodoxos orientales, es la de la Virgen María (Madonna) y el hijo. En este ejemplo, Concursobile Madonna, fue pintado por Raphael en Italia entre 1502 y 1504. Colgó en el Museo Hermitage en San Petersburgo, en Rusia desde 1871. Aunque pintado por un artista occidental, del Renacimiento, muchas imágenes ortodoxas de María y Jesús son iconos del estilo bizantino, y son altamente decoradas e incrustadas con hoja de oro.
La Crucifixión
Las representaciones de la crucifixión de Cristo continúan estando entre las imágenes cristianas más populares, con artistas de diferentes movimientos a lo largo de los siglos produciendo sus propias interpretaciones. Entre las más destacadas hay la de Gauguin, llamada Cristo Amarillo, considerada una obra simbolista muy importante. Salvador Dalí, el artista surrealista, también produjo imágenes impresionantes de la crucifixión, incluyendo una (Cristo de San Juan de la Cruz) desde una perspectiva sobre la cabeza de Jesús, mirando hacia abajo, que ha aparecido en todo, desde carteles hasta ceniceros.