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Los delfines son uno de los animales más complejos e inteligentes de los océanos. La espantosa velocidad, agilidad y habilidad de sumergirse a más de 300 metros sin tener que respirar más de una vez las convierten en criaturas inusuales. Sin embargo, estas características no surgieron de la noche a la mañana. Se necesitaron millones de años de evolución para que hubiera adaptaciones específicas responsables de ayudar a los delfines a sobrevivir en ese hábitat.
Los delfines son conocidos por la inteligencia y el carácter juguetón (NA / AbleStock.com / Getty Images)
Formato del esqueleto y aletas
Los delfines poseen el esqueleto en forma de torpedo - o arco-, que fue una adaptación de figuras rectas. Este formato le ayuda a nadar más rápido y fácilmente a la hora de escapar de los predadores. Las aletas dorsales y pectorales son adaptaciones de estructuras óseas para otras hechas de cartílago duro. Hay músculos dentro de esas aletas que permiten que se doblen para cambiar la dirección del flujo de agua, y así, mejorar la agilidad de los delfines.
Entrada de oxígeno
Para guardar oxígeno en el momento del buceo, los delfines sufrieron dos tipos de adaptaciones. La primera se refiere a la disminución de los latidos del corazón mientras se sumergen - tan bajos como 12 golpes por minuto - y una parte de la sangre de otros lugares del cuerpo se dirige hacia el corazón, los pulmones y el cerebro, lo que mejora la eficiencia de la entrada de oxígeno. La segunda se refiere a una proteína especial presente en los músculos de los delfines llamada mioglobina, que es responsable de almacenar oxígeno para cuando el animal necesita mucho, como cuando se están sumergiendo.
Piel y grasa
La piel y la grasa de los delfines también sufrieron adaptaciones. La piel de la superficie es muy lisa, evitando que haya un exceso de fricción mientras están nadando, y eso permite que se muevan con mayor rapidez y agilidad. Bajo la piel hay una espesa capa de grasa que no sólo da una forma dinámica al cuerpo y ayuda a la natación, como también mantiene el animal calentado en las aguas heladas de los océanos.
vista
La mayoría de las criaturas marinas no tienen una buena visión, pero las investigaciones mostraron que los delfines ven mucho por encima y por debajo del agua; que pueden ver al menos 3 metros en el aire y alrededor de 2 metros bajo el agua. Algunas adaptaciones ocurrieron a lo largo de los años en los ojos de estos animales para que pudieran manejar el ambiente hostil, incluyendo una secreción ocular aceitosa, que protege contra elementos ásperos del océano, y visión nocturna, que les permite cacem con mayor facilidad durante la noche.