Precauciones con respecto a un desequilibrio hidroelectrolítico

Autor: Carl Weaver
Fecha De Creación: 25 Febrero 2021
Fecha De Actualización: 20 Noviembre 2024
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Precauciones con respecto a un desequilibrio hidroelectrolítico - Ciencias
Precauciones con respecto a un desequilibrio hidroelectrolítico - Ciencias

Contenido

Los líquidos y electrolitos deben estar en equilibrio para mantener su cuerpo sano. Los fluidos intracelulares se refieren a los que se encuentran dentro de sus células, mientras que los fluidos extracelulares se refieren a los fluidos fuera de sus células. Los electrolitos son compuestos que se ionizan en el agua y trabajan con los fluidos para mantener la homeostasis. La homeostasis es el equilibrio químico entre las células y la dinámica del cuerpo, siendo vital para su salud. Tenga en cuenta que el sistema de mantenimiento de su cuerpo funciona de forma limitada. Su cuerpo reacciona de inmediato contra los desequilibrios tratando de compensarlos. Cuando se está deshidratando, por ejemplo, siente sed, lo que hace que beba agua. La deshidratación es la causa principal de un desequilibrio electrolítico. Pero es solo un síntoma de la enfermedad subyacente que causó el desequilibrio. Su plan de atención depende de la afección subyacente y la gravedad del desequilibrio. El objetivo es regular y mantener la homeostasis, interviniendo contra el desequilibrio.


Restaurando el equilibrio

Restaurar la homeostasis identificando con precisión la condición subyacente del desequilibrio e intervenir con un plan de atención. Valorar el estado del paciente, la capacidad de adaptación a los procesos de intervención y postintervención. Monitorear los signos vitales del paciente (pulso, respiración y presión arterial) y también la "entrada" y "salida" de los mismos. La entrada es todo lo que se toma por vía oral y la salida es la micción y la defecación. Los signos vitales deben monitorearse cada 15 minutos si el paciente está estabilizado, o continuamente si experimenta problemas potencialmente mortales, como hemorragia o shock. La "entrada" y la "salida" deben registrarse al menos una vez por turno, según la política o directiva médica. Mantenga la higiene bucal del paciente, especialmente si el paciente no puede tener nada en la boca o si la ingesta oral está restringida. Los cambios en las membranas mucosas pueden resultar incómodos. Controle los líquidos intravenosos. Se deben monitorear las vías intravenosas para evaluar la perfusión de líquidos en el tejido.


Previniendo complicaciones

La evaluación y evolución del paciente debe ser continua, con el fin de prevenir complicaciones y gestionar su plan de cuidados. La vigilancia cuidadosa de "dentro" y "fuera" es muy importante, ya que los riñones regulan el equilibrio de líquidos y electrolitos en su cuerpo. Los niveles de electrolitos deben controlarse continuamente, ya que incluso variaciones mínimas pueden ser perjudiciales para los sistemas fisiológicos e incluso existe el riesgo de muerte para el paciente. Estos pacientes intravenosos deben ser monitoreados en todo momento para evitar complicaciones.

Tratamiento y pronóstico

Una vez iniciado el tratamiento y dado el pronóstico definitivo, el grupo de enfermería continúa monitoreando, analizando y evaluando, incluso cuando el paciente se ha estabilizado. Es necesaria una comunicación sucinta entre la enfermera y el paciente para que él comprenda su tratamiento. Un paciente puede estar confundido y no entender que la ingesta de 480 ml durante dos horas es igual a dos litros de agua, o que incluso las paletas heladas y la cantidad de hielo consumida cuentan en este proceso. La participación del paciente es indispensable para el éxito de su plan de cuidados, su resultado final y parte integral del proceso de enfermería.