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¿Cómo sería la pizza, el macarrón y los nachos sin queso, ese producto lácteo tan versátil y delicioso? El queso, como la mayoría de los productos alimenticios, es perecedero, y debe ser refrigerado para que permanezca seguro y fresco. El queso que se deja fuera de la nevera por una semana o más puede contraer ciertas sustancias nocivas y atraer plagas indeseables.
El queso puede ser muy sabroso, pero cuando se estropea, no es saludable para el consumo (Zedcor Wholly Owned / PhotoObjects.net / Getty Images)
estropear
El queso se estropeará sin refrigeración adecuada. La refrigeración retrasa el proceso natural de deterioro y hace que ciertas bacterias queden inactivas por un tiempo. Cuando se deja fuera la nevera, el queso se calienta y se convierte en un terreno fértil perfecto para las bacterias y el moho. El queso estropeado no es seguro para el consumo humano.
Moho y bacterias
Muchas especies de hongos, levaduras y bacterias crecen en ambientes húmedos y oscuros. Cuando se coloca en un armario sin iluminación, el queso, especialmente el suave y con agujeros (como el suizo), alcanza ambos criterios no deseables. Hongos y bacterias se unen y crecen en el queso muy rápidamente. Los organismos como Salmonella, E. coli, Staphylococcus aureus y las especies de Penicillium son agentes patógenos causantes de enfermedades que pueden infestar el queso estropeado y llegar a ser muy perjudiciales para los seres humanos. El queso que tiene moho creciendo visiblemente, una superficie pegajosa, un olor y gusto inusual puede estar contaminado con bacterias o hongos y debe ser jugado de inmediato.
Pestes y problemas más pequeños
El queso estropeado puede atraer plagas y pestes. Las baratas, hormigas, moscas y otras plagas domésticas son oportunistas y no van a dejar pasar desapercibido el queso dulcemente o suave que se deja abierto en algún mostrador de la cocina. Estas plagas cargan bacterias y pueden incluso poner huevos en las grietas blandas y oscuras de un queso redondeado. El queso que se deja fuera de la heladera producirá un olor malo que ninguna persona desea tener en su casa.
prevención
Todos los tipos de queso poseen un determinado plazo de validez y, con el tiempo, estropean, incluso estando dentro de la nevera. La mejor manera de retardar el deterioro es refrescarlos. También deben estar bien acondicionados y embalados. Esto impide que queden expuestos al aire, y eso es lo que los elementos nocivos necesitan para sobrevivir en el alimento. Los quesos duros que contienen poca humedad, como el parmesano, duran más que los blandos, como la mozzarella, y son menos vulnerables a hongos, bacterias y plagas. Los duros pueden ser dejados fuera de la nevera por más tiempo que los blandos, pero aún así ellos deben ser guardados en la nevera.