Contenido
- introducción
- Horas de sueño
- comida
- Ejercicio físico
- Dedicar al menos 15 minutos
- música
- Caminar por lugares agradables
- Hablar sobre las situaciones incómodas
- Evitar las soluciones mágicas
- Profundizar la confianza en sí mismo
- Evitar realizar actividades desagradables
introducción
La mañana es uno de los momentos más importantes para determinar cómo será su día. Es posible evitar lo que popularmente conocemos como empezar con el pie izquierdo y tener un día más tranquilo y sano. Las horas de sueño, la alimentación, el ejercicio físico y mucho más son algunos puntos para tener en cuenta al prever una jornada de trabajo o estudio sin estrés.
Horas de sueño
No hay forma humanamente posible de tener un buen día si por la noche usted no pudo descansar. Según expertos, la norma para los adultos es dormir entre ocho y ocho horas y media por noche. Lo importante es que esas horas de descanso sean continuas, pues el cuerpo necesita esa secuencia para que el sueño sea eficaz. El incumplimiento de esta rutina de descanso es una de las preocupaciones de la salud pública de los países desarrollados, donde las estadísticas muestran que esta recomendación se sigue cada vez menos.
comida
El cortisol se considera la hormona responsable del estrés. Para mantener los niveles adecuados de esa sustancia química en el organismo, una de las claves es una dieta sana. Ofrecer al cuerpo los nutrientes necesarios puede ayudar bastante. Lo que se recomienda es un menú que incluye proteínas, carbohidratos complejos, ácidos grasos esenciales, vitaminas y minerales. Leche, huevos y cereales aparecen entre los alimentos más indicados. Al mismo tiempo, son desaconsejadas bebidas como café y refrigerante de cola y edulcorantes que contengan aspartame, pues estimulan la producción de cortisol.
Ejercicio físico
Los ejercicios físicos como parte de la rutina diaria ayudan a evitar el infame estrés matinal. Deportes o prácticas diferentes como la yoga, el tai chi chuan, la meditación y hasta las variadas técnicas de respiración colaboran para que el comienzo del día sea más tranquilo. Actuamente, un gran porcentaje de la población practica la carrera, el patina o realiza algún ejercicio antes de comenzar la jornada de trabajo o de realizar las tareas diarias. Estas actividades ayudan a disminuir la tensión, además de generar beneficios físicos que reflejan en los diferentes aspectos de lo cotidiano.
Dedicar al menos 15 minutos
La especialista adjunta del Centro de Capacitación y Calidad del Instituto Mexicano de Seguridad Social, Selene Zepeda Vidrio, recomienda que cada persona se dedique a sí misma al menos 15 minutos diarios. Ya sea para relajarse o divertirse, ese momento puede prevenir muchos males, tanto físicos como emocionales. Zepeda Vidrio cita entre estos problemas la "gastritis, colitis y enfermedades gastrointestinales como úlcera gástrica, cefalea y, a nivel emocional, insomnio, irritabilidad y pérdida o aumento del apetito".
música
Con o sin un profesional al lado, es aconsejable comenzar el día de la mano con la música. Los sonidos pueden promover la relajación y el pensamiento positivo. Cuando la actividad se da dentro de un ámbito profesional se llama musicoterapia y se define como "la utilización de la música y sus elementos musicales (sonido, ritmo, melodía y armonía) realizada por un musicoterapeuta calificado, con un paciente individual o un grupo". Se trata de un proceso creativo para facilitar y promover la comunicación, las relaciones, el aprendizaje, el movimiento, la expresión, la organización y otros objetivos terapéuticos relevantes, para satisfacer las necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas " .
Caminar por lugares agradables
El comienzo del día puede ser la parte más difícil de su viaje. Cansancio, pesimismo por lo que vendrá adelante, un poco de ansiedad y otras cuestiones influencian las primeras horas de la mañana. Enfrentar la situación con firmeza y optimismo puede ayudar a hacer el resto del día más fácil. Una de las formas de conseguir esto es elegir el mejor camino para llegar a su destino. Si va a trabajar o estudiar, o cualquiera que sea la actividad que le espera, tomar un camino agradable hasta allí, con un paisaje hermoso, lo hace todo más fácil. Cuando el contexto mejora, lo mismo ocurre en el interior de las personas.
Hablar sobre las situaciones incómodas
No es verdad que al callarse, ciertas situaciones o problemas dejan de existir. En realidad, los expertos coinciden en que lo que se oculta por el silencio puede convertirse en más problemas todavía. Por eso, para evitar el estrés causado por la represión, puede ser más conveniente verbalizar lo que causa incomodidad. Hablar con alguien, por mínima que sea la conversación, puede colaborar para que el resto del día sea más leve. Una vez que el problema deja la intimidad de la conciencia, comienza a ser solucionado.
Evitar las soluciones mágicas
Fugir de los problemas suele ser una salida fácil y común para muchas personas. Buscar soluciones mágicas donde todo queda a cargo de la suerte no parece apropiado para continuar un día normal. Enfrentar los acontecimientos y trabajar en la resolución de los problemas es el primer paso. De lo contrario, al esperar por el milagro, por la deseada intervención divina y celestial, lo más probable es que el conflicto se extienda y el estrés alcance no sólo sus mañanas como también todos sus días.
Profundizar la confianza en sí mismo
Si hay algún sentimiento capaz de abrir las puertas más inesperadas es la confianza. No toda confianza ni la depositada en terceros, sino la más importante de todas, aquella dirigida a sí mismo. Puede ser que con ella no conquistes todo, pero sin dudas, sin ella seguramente no alcanzará nada. Todas las mañanas, las cuentas pendientes, los planes y las obligaciones atormentan miles de mentes. Tener la convicción de poder resolver los problemas, de estar capacitado para tener éxito es una buena manera de encararlos.
Evitar realizar actividades desagradables
Para satisfacer las expectativas, para agradar a los demás, para no entrar en conflicto, para obedecer, muchas veces la gente se sobrecarga con actividades que no sólo no les interesan, sino que se vuelven desagradables. Hay ocasiones en que las obligaciones son inevitables, como las relacionadas con el trabajo. Sin embargo, hay muchas otras que se pueden evitar y sin las cuales las mañanas podrían ser mucho mejores. Convencer a ignorar las demandas de los demás es un buen paso para que todos los días usted esté menos estresado y sufra menos presión.