La relación entre la pérdida de peso y la tiroxina

Autor: Marcus Baldwin
Fecha De Creación: 14 Junio 2021
Fecha De Actualización: 2 Noviembre 2024
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La tiroides puede ayudar o perjudicar sus esfuerzos para perder peso. Si el funcionamiento de la glándula está lento (hipotiroidismo), usted comenzará a ganar peso, pero en caso de hipertiroidismo o de hiperactividad de ese órgano, el resultado será la pérdida de peso. Así, con el objetivo de adelgazar, las personas estimulan la glándula tiroides para que tenga una actividad mayor de la habitual.


Glándula tiroidea

El papel de esta glándula es ayudar a producir la energía que el organismo necesita, controlando la temperatura del cuerpo y ayudando a los otros órganos en sus funciones. En este proceso, la tiroides produce dos hormonas, la tiroxina y la triiodotirodina, que ayudan a quemar las grasas, los carbohidratos y las proteínas para producir energía.

L-tiroxina

La L-tiroxina es una hormona sintética de la tiroides, que imita la función de una de las dos hormonas producidas naturalmente en la glándula, la tiroxina. En altas dosis, estas dos hormonas aceleran la quema de grasa, incluso cuando el consumo de calorías es mayor de lo habitual. En dosis más bajas, queman la grasa, pero también las proteínas y los carbohidratos y esto puede resultar en la pérdida de masa muscular.

Qué pasa

La tiroxina aumenta la tasa metabólica. Proporciona más energía, una mayor quemadura de calorías y la pérdida de peso. Cuando una persona se ejercita, los niveles de tiroxina en la sangre aumentan en un 30% o más y permanecen elevados. Este aumento amplía los efectos de la L-tiroxina.


dosificación

Los atletas generalmente toman de 0,2 a 0,4 mg / día de L-tiroxina para obtener el mejor beneficio de quema de grasa sin perder músculo. Se considera una dosis elevada entre 0,4 a 0,6 mg / día. Se recomienda iniciar la ingestión de la hormona en la dosis baja y aumentarla gradualmente después de una semana o más, hasta alcanzar la ingesta diaria de 0,2 a 0,4 mg.

Efectos adversos

Cuando se usa correctamente, la L-tiroxina es, en general, segura. Se acelerará el funcionamiento de la glándula tiroides y provocará la quema de grasa. Sin embargo, dosis altas o que se aumentan muy rápidamente pueden causar síntomas como temblor en los dedos, sudoración, diarrea, insomnio, náuseas y aumento de la frecuencia cardíaca.