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Las plantas artificiales son mucho más fáciles de cuidar que las reales. No hay necesidad de regar, cortar las hojas muertas y preocuparse por la suficiente luz solar para ellas. Sin embargo, estas plantas acumulan polvo y escombros. Límpielo al menos una vez al mes, o con más frecuencia si comienza a verse brumoso, para recuperar su belleza y brillo.
Paso 1
Rocíe la planta artificial con agua y limpie cada hoja con un paño para quitar el polvo.
Paso 2
Colóquelo frente a un ventilador a velocidad baja o media durante aproximadamente 20 minutos. Al hacerlo, se asegurará de que estén secos.
Paso 3
Rocíe cada hoja con un aerosol desinfectante o anti-polvo. Agregarán brillo al follaje y ayudarán a bloquear la acumulación de polvo. Vuelve a ponerlo frente al ventilador para que se seque o simplemente ponlo en su lugar habitual y déjalo secar de forma natural.
Paso 4
Masajea cada hoja con una pequeña cantidad de aceite de oliva para dar brillo a las plantas de plástico. Sin embargo, este proceso no será bueno para las plantas de tela.