Contenido
- Nuestros antepasados
- Carnes, pescados, productos lácteos y granos
- Frutas y verduras
- Vitaminas, suplementos y hierbas
- Dietas veganas y orgánicas
La tendinitis implica la inflamación y la hinchazón de los tendones, las bandas fibrosas que conectan los músculos a los huesos. Esta inflamación comúnmente es causada por exceso de uso de los tendones en actividades físicas repetitivas, y generalmente está relacionada a los deportes o exigencias en el trabajo. Sin embargo, algunos alimentos específicos pueden causar tendinitis. Esto generalmente implica una dieta rica en alimentos que producen ácidos (a diferencia de los alimentos que producen bases), que empeoran o contribuyen con la inflamación de los tendones del cuerpo.
Nuestros antepasados
En el caso de los ancestros, hubo un gran cambio en nuestra dieta actual, que tenían una dieta neutra y saludable compuesta por alimentos alcalinos (básicos), que tenían pocos ácidos, como verduras, frutas y proteínas magras. Hoy, nuestras dietas altamente ácidas son parte de nuestro estilo de vida moderno y técnicamente avanzado, pues somos dependientes de "fast food" y alimentos congelados. Actualmente, ingerimos alimentos perjudiciales que poseen aditivos, aceites hidrogenados, aceites refinados, jarabe de maíz, alimentos fritos y cafeína. Esta alimentación rica en ácidos puede conducir a condiciones peligrosas como la tendinitis.
Carnes, pescados, productos lácteos y granos
Los grupos de carnes, pescados, lácteos y granos contienen alimentos que producen altos niveles de ácidos. Los siguientes son algunos productos del grupo de las carnes que se deben evitar para prevenir la tendinitis: carne enlatada, hígado, salchichas, frías, picanha, salami, pastrami y ternera. Los peces a ser evitados son la trucha, el bacalao, el arenque y el eglefín. Entre los productos lácteos, mantenga distancia del queso cheddar, gouda, cottage, parmesano, yemas de huevo y quesos procesados. Los granos a ser evitados son la avena, arroz integral, harina de centeno, harina de trigo, macarrones hechos de huevos y espaguetis común e integral.
Frutas y verduras
Casi todas las frutas y verduras son altamente recomendadas en una dieta para tratar la tendinitis. Estos alimentos tienen pocos ácidos y son ricos en nutrientes, vitaminas y fibras. Las frutas recomendadas para comer son la piña, papaya, grosella negra, kiwi, usa pasa, fresas, plátanos, albarico y manzana. Especialmente el abaxi es rico en enzimas naturales anti-inflamatorias llamadas bromelinas, que auxilian a curar la tendinitis. Las verduras recomendadas son la espinaca, la coliflor, el brócoli, zanahorias, apio, tomates y calabacín.
Vitaminas, suplementos y hierbas
Otras alternativas naturales para tratar la tendinitis son ciertas vitaminas, suplementos y hierbas. Las vitaminas importantes para ingerir son la vitamina D (disminuye el dolor y la disfunción física), la vitamina C (estimula la producción de colágeno y ayuda a reparar rompimientos en los tendones), la vitamina E (ayuda a la producción de colágeno y reduce la formación de colágeno cicatrices), la vitamina A (ayuda a los tendones a evitar el daño de los radicales libres) y el calcio y el magnesio, que ayudan a aliviar el dolor de la tendinitis. Las hierbas recomendadas y que se pueden comprar en tiendas de alimentos saludables incluyen la cebada verde y la cúrcuma (ambos agentes antiinflamatorios), la beldroega y la equinácea (ambos contienen magnesio, bueno para el tejido conectivo).
Dietas veganas y orgánicas
Si usted sufre de tendinitis crónica que parece no mejorar con los tratamientos mencionados anteriormente, tal vez sea una buena idea intentar una dieta vegana y / o una dieta rica en alimentos orgánicos. Las dietas veganas ayudan a las personas a disminuir la presión sanguínea y el colesterol, que ayuda a reducir la hinchazón y la cicatrización de las lesiones. Además, los alimentos orgánicos son importantes porque son alimentos frescos, que no pierden sus vitaminas y minerales importantes durante el procesamiento. En la dieta orgánica no hay adición de grasas, azúcares, conservadores, pesticidas o antibióticos.