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Las albóndigas son las favoritas con pasta, servidas con salsa para mojar como bocadillo o con salsa y papas como plato principal. Haga una gran cantidad de albóndigas, cocínelas en el horno en lugar de en una sartén para contener el desorden y congélelas para usarlas en el futuro. Las albóndigas congeladas están disponibles en la sección congelada de los mercados.
Microonda
Paso 1
Coloque las albóndigas en un plato hondo apto para microondas y agregue una cucharada de agua al fondo del plato.
Paso 2
Cubre el plato sin apretar con una envoltura de plástico.
Paso 3
Enciende el microondas a máxima potencia durante dos minutos, dale la vuelta a las albóndigas y enciende por otro minuto. Corta una albóndiga para asegurarte de que esté caliente por dentro, si no, caliéntala por uno o dos minutos más.
Horno
Paso 1
Coloque las albóndigas en una capa sobre la bandeja para hornear y agregue suficiente agua para casi cubrir el fondo de la sartén.
Paso 2
Cubre la bandeja para hornear con papel de aluminio.
Paso 3
Coloque en el horno precalentado a 180 grados durante aproximadamente 20 a 30 minutos. Prueba una albóndiga como en el consejo anterior para asegurarte de que esté caliente.
Sartén
Paso 1
Coloque las albóndigas en una sartén, en una sola capa, y agregue media taza de agua.
Paso 2
Enciende el fuego al máximo y, cuando el agua empiece a hervir, agita la sartén para revolver las albóndigas, o usa una espumadera para darle la vuelta.
Paso 3
Baja el fuego y tapa la sartén con la tapa. Caliente a fuego lento durante 5 a 6 minutos hasta que las albóndigas estén completamente calientes.