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Si usted ha tenido que estar cerca de alguien que tenga mala higiene personal, debe saber cuán incómodo es. El olor no es el único problema. Una higiene pobre puede propagar enfermedades, de acuerdo con el Centro de Control de Enfermedades. Esto también afecta a las relaciones sociales y personales, y el desempeño en el trabajo como en la escuela. Por otro lado, una buena higiene pasa imagen de autoestima, siendo uno de los muchos beneficios.
Los baños reguladores forman parte de una buena higiene (foto de la foto de Ekaterina Shvigert de Fotolia.com)
Buena salud
En todo momento que toca en alguna superficie, estornuda, prepara una comida, cambia pañal, cuida del perro o va al baño, usted adquiere organismos nocivos a la salud, de acuerdo con el CCD. Con simples actos, como baños y lavarse las manos te hará no transmitir resfriados, gripes y otras infecciones causadas por virus y bacterias. Si no se higieniza bien estará más sujeto a tomar las enfermedades causadas por estos virus y transmisores. Además, una irritación en la piel o una herida puede convertirse en una infección. Sin embargo, buena higiene mantendrá la fuerza y el pH saludables de su piel, protegiéndolo de enfermedades.
Relaciones personales sanas
La higiene precaria desalienta a las personas a llegar cerca de usted, además, pasar a juzgar su personalidad y lo que es capaz, sólo por su apariencia. Esto puede alejarlo de un círculo de amistades y de otros vínculos porque la gente generalmente evita olores y situaciones que creen desagradables. Una buena higiene personal traerá muchos beneficios en su vida social.
Relaciones profesionales sanas
Las apariencias transmiten al mundo más que nosotros. Por ejemplo, al presentarse a una entrevista de trabajo bien vestido, con una buena higiene, se parece ser un profesional capaz, que se cuida de sí mismo con cuidado y respeto. Si, por el contrario, es a una entrevista mal vestido aunque sea un buen candidato, se pasará un mensaje que usted es descuidado, y no se liga a nada. Una higiene personal decadente en un ambiente de trabajo o en la escuela, llevará a las personas a cuestionar sus habilidades físicas y mentales y al menos creará distracciones innecesarias a las personas a su alrededor.