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Los escalofríos nocturnos son una sensación de frío con temblores, a veces seguidos de palidez y fiebre. Son el resultado de un cambio en la temperatura central del cuerpo. Los escalofríos pueden ser causados por anemia, exposición a bajas temperaturas, menstruación, menopausia, desnutrición, infecciones, neumonía y otras enfermedades más graves, como diabetes y cáncer. Para determinar la causa exacta, debe consultar a su médico. Él hará una evaluación exhaustiva que consistirá en preguntas sobre su estilo de vida, dieta y estrés, así como un análisis de sangre para determinar si tiene una enfermedad viral o bacteriana.
Temperaturas bajas
La exposición a bajas temperaturas o una protección inadecuada puede provocar escalofríos durante la noche. Los ancianos y los niños son más susceptibles. Para protegerse de la sensibilidad al frío, es importante abrigarse y limitar la exposición siempre que sea posible. Beber algo caliente como té o leche puede ayudar a que la temperatura central de su cuerpo vuelva a la normalidad más rápidamente.
Problemas reproductivos
La anemia es común en las mujeres durante la menstruación. La pérdida de sangre disminuye el recuento de glóbulos rojos, lo que puede provocar escalofríos. Los alimentos ricos en hierro, como las espinacas, pueden ayudar en este caso. Los desequilibrios hormonales durante la perimenopausia, un período de varios años durante el cual la hormona estrógeno disminuye gradualmente, también pueden causar escalofríos y sudores nocturnos. El ejercicio y una dieta bien balanceada pueden ayudar a mejorar estos síntomas.
Desnutrición
Una dieta deficiente puede provocar deficiencias y una función inmunológica baja, lo que puede hacer que una persona sea ultrasensible al frío. Los suplementos como el complejo B y la vitamina C pueden ayudar. Las deficiencias de vitamina B son comunes con la desnutrición y se pueden verificar mediante un análisis de sangre. Es importante tener una dieta equilibrada que incluya cereales integrales, frutas, verduras, productos lácteos, grasas saludables y proteínas de alta calidad. Evitar el alcohol, la cafeína y el tabaco, que aumentan la sensibilidad al frío, puede ayudar.
Otras condiciones
Algunas enfermedades, como el resfriado común, la neumonía, el hipotiroidismo, la diabetes, las infecciones y el cáncer, pueden provocar escalofríos por la noche. Consulte a un médico para el diagnóstico y tratamiento correctos. Los tratamientos caseros pueden incluir cosas como acetaminofén, aspirina e ibuprofeno. Se pueden recetar antibióticos u otros medicamentos recetados para afecciones más graves.