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La textura del suelo está influenciada por las cantidades comparativas de arena, arcilla y lodos que contiene. El término "estructura del suelo" describe la forma en que las partículas individuales, ya sea arena, limo o arcilla, trabajan juntas. El suelo arenoso es generalmente suelto y no se agrega bien. El suelo arcilloso, por otro lado, tiende a ser extremadamente denso y contiene partículas que tienden a unirse fuertemente entre sí. Los diversos componentes del suelo se clasifican según sus características generales, como el tamaño, la capacidad para retener agua y la afinidad por otras superficies.
Arena
Con un diámetro de 0,5 a 2 milímetros, los granos de arena son los componentes más grandes del suelo. Suelen ser voluminosos y de forma irregular, lo que evita que las partículas se agreguen. El resultado es un suelo suelto, ligero, lleno de grandes intervalos. El agua fluye fácilmente a través de la arena y, en consecuencia, el suelo arenoso tiende a estar seco. Además, los nutrientes solubles en agua se eliminan fácilmente por lavado, lo que puede resultar en suelos infértiles; el lado positivo es que los sitios de plantación llenos de tierra arenosa y suelta son fáciles de excavar.
Arcilla
Las partículas de arcilla son los componentes más pequeños del suelo; cada uno es aproximadamente 100 veces más pequeño que el grano de arena promedio. En el jardín, estos pequeños trozos de polvo casi siempre están compactados. Los espacios microscópicos entre las partículas retienen bien el agua; en consecuencia, los suelos con alto contenido de arcilla tienden a ser densos, húmedos y difíciles de excavar. Las partículas de arcilla también contienen una carga negativa, lo que las hace atraer nutrientes con cargas positivas. Aunque esto aumenta la fertilidad del suelo, la naturaleza pesada de la arcilla tiende a ralentizar el crecimiento de las plantas, ya que es increíblemente difícil que las nuevas raíces avancen a través del material casi sólido.
Limo
Las partículas de limo son componentes del suelo de tamaño mediano; siendo aproximadamente 10 veces más pequeño que el grano promedio de arena, pero considerablemente más grande que las partículas de arcilla. Los granos de limo parecen piezas de arena en miniatura, aunque tienden a tener una apariencia más uniforme. Suelen estar cubiertos con una ligera capa de arcilla. Por tanto, los suelos arcillosos se comportan como una combinación de arena y arcilla; agregan y absorben agua y nutrientes, pero no se adhieren tan fuertemente como para interferir con la capacidad de crecimiento de la vegetación circundante.
Greda
Los mejores suelos para jardinería tienen una mezcla de arena, limo y arcilla. Estos suelos, llamados gredas, retienen agua, absorben nutrientes, drenan eficientemente y son fáciles de remover. El jardín ideal sería uno que contenga 40% de arena, 40% de limo y 20% de arcilla; sin embargo, la mayoría está lejos de ser ideal. Aunque no hay mucho que hacer para cambiar la consistencia del suelo, la estructura general del suelo se puede mejorar incorporando materiales orgánicos en el jardín, como compost podrido o compost maduro, cada primavera. La materia orgánica agrega nutrientes al suelo y une partículas individuales, mejorando la retención de agua y la textura del suelo.