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Si cocina comida italiana en casa, probablemente tenga un buen suministro de orégano. Pero una vez que haya probado el orégano que sembró usted mismo, las botellitas en los estantes del supermercado nunca volverán a ser las mismas.
Paso 1
Elija hojas de orégano individuales para usarlas frescas durante la temporada de crecimiento.
Paso 2
Coseche grandes cantidades cortando la planta de orégano tres veces durante la temporada: la primera cuando la planta tenga unos 6 centímetros de altura, nuevamente, justo antes de que comience a florecer, y una tercera vez a fines del verano.
Paso 3
Guarde el orégano fresco en bolsas plásticas en el refrigerador.
Paso 4
Congele el orégano para conservar el sabor y el aroma por más tiempo. Congele ramas enteras en galletas, luego retire las hojas de los tallos y vuelva a colocarlas en el congelador en recipientes de plástico. Mezcle el orégano finamente picado con aceite de oliva o la mantequilla suficiente para combinarlos y congele la mezcla en forma de hielo.
Paso 5
Para tener orégano seco, corte tallos enteros de la planta y cuélguelos en un ambiente cálido, seco y bien ventilado. Guarde las hojas secas de orégano en un recipiente hermético.