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Las puertas verticales permiten que el aire más frío y pesado escape del frigorífico cada vez que lo abre. Esto desperdicia de 10 a 20 veces más energía que un congelador convertido. El congelador mantiene el aire frío en su interior, lo que hace que la temperatura sea más estable y, en consecuencia, requiere menos energía para mantenerla. Un refrigerador estándar requiere de 1 a 2 kilovatios por día para mantenerse fresco. Un congelador convertido requiere solo 100 vatios por día para mantener la misma temperatura.
Paso 1
Conecte el cable de alimentación del congelador al controlador de temperatura.
Paso 2
Conecte el cable de alimentación del controlador de temperatura a la pared.
Paso 3
Configure el controlador de temperatura para que se enfríe a 3 ° C. La parte inferior del congelador estará unos grados menos, la parte superior unos pocos grados más. La diferencia será aproximadamente de 2 a 4 grados. Una temperatura de 3 ° C mantiene los alimentos por encima del punto de congelación y por debajo de los 6 ° C.
Paso 4
Retire el cable con el sensor y colóquelo en el congelador. Use bridas con cremallera para conectar el sensor a él, manteniéndolo en el punto central entre la parte superior e inferior de la caja del aparato.
Paso 5
Voltee las canastas de alambre boca abajo o use estantes para evitar que los alimentos toquen el fondo de la caja.