Contenido
Las convulsiones en los gatos pueden deberse a traumatismos, infecciones virales o bacterianas, sobredosis de medicamentos o epilepsia. Otros trastornos metabólicos que pueden causar convulsiones incluyen diabetes, insuficiencia renal o hepática y el virus de inmunodeficiencia felina (VIF), que también causa muerte neuronal.
Causas
Además de las causas mencionadas anteriormente, las convulsiones pueden tener un origen hereditario. En las convulsiones sin causa aparente al felino se le suele diagnosticar epilepsia, condición que ha acompañado al animal durante toda su vida.
Muerte neuronal
Durante una convulsión, las neuronas del gato funcionan independientemente unas de otras, lo que provoca un trastorno en su funcionamiento. Esto provoca pérdida de conciencia, falta de reconocimiento de su entorno y movimientos descoordinados. La FIV daña las neuronas del animal, posiblemente provocando convulsiones o daño suficiente para provocar la muerte neuronal.
Síntomas
Un gato con epilepsia suele empezar a sufrir convulsiones entre los dos y los tres años de edad. Al igual que con las convulsiones causadas por un trauma o una enfermedad, el gato puede desarrollar una mirada vacía, balancear una pierna o quejarse mucho. Esta es la etapa inicial de la enfermedad donde los episodios generalmente duran aproximadamente un minuto. Las convulsiones más severas se caracterizan por la caída del gato al suelo, orinando o defecando incontrolablemente, golpeando con los pies, exceso de saliva con espuma y / o llanto y maullido. Estos episodios suelen durar aproximadamente 5 minutos o menos. Los peores síntomas son los que se presentan en el estado epiléptico, en el que el animal muestra los mismos signos que en las convulsiones graves, pero el episodio se prolonga durante horas. Una vez que el animal se haya recuperado por completo de una convulsión, sufrirá otra.
Arañazos
Las convulsiones no amenazan la vida del animal, excepto cuando es epiléptico o en ambientes incontrolados. Las convulsiones epilépticas pueden causar daños graves a los órganos internos y posiblemente la muerte, ya que la temperatura corporal aumenta considerablemente mientras ocurren.
Tratamiento
La epilepsia es un trastorno incurable controlado por medicamentos anticonvulsivos. La mayoría de ellos funcionan sedando las neuronas del cerebro para controlar la gravedad y la frecuencia de las convulsiones. Los veterinarios no suelen recetar medicamentos a menos que el gato tenga más de una convulsión por mes que dure más de 30 minutos.