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El sabor y el aroma dulce del melón fresco adornan un plato de frutas refrescante, que se sirve solo o como parte de una ensalada de frutas. Estos melones están disponibles en los mercados o en la horticultura y los mejores son fragantes, con cáscaras inmaculadas. Cortarlos en cuadrados pequeños los hace fáciles de comer y servir. También los hace adecuados para su uso en ensaladas de frutas o para servir en palitos como aperitivo.
Paso 1
Llene un fregadero limpio con 10 o 15 cm de agua tibia. Agrega uno o dos chorros de detergente y lava el melón en el líquido jabonoso. Enjuague bien con agua limpia.
Paso 2
Coloca el melón en la tabla de cortar. Córtalo por la mitad con un cuchillo afilado.
Paso 3
Retire las semillas y la pulpa del centro del melón con una cuchara y tírelas.
Paso 4
Vuelve a cortar las mitades por la mitad, de modo que tengas cuatro partes de melón. Coloque cada habitación en el tablero con el caparazón hacia abajo.
Paso 5
Cortar la fruta en cuartos verticalmente, sin cortar la piel. Cortar rodajas de 2 cm.
Paso 6
Corta el melón horizontalmente, espaciando las rodajas 2 cm. No penetre la cáscara mientras corta. La fruta en rodajas debe parecerse a una cuadrícula.
Paso 7
Pasar el cuchillo entre la cáscara y la fruta, separando los cuadrados del melón. Repita en cada cuarto del melón hasta que toda la fruta se corte en cuadrados. Tira la cáscara.