Contenido
Los italianos son vistos como personas intensas y de sangre caliente, con una estructura familiar de fuertes lazos y apasionados por la comida y el vino. Muchos, de hecho, se definen culturalmente por las costumbres familiares y su absoluta inversión en las cosas cotidianas, que otros pueblos consideran triviales, como la comida y la ropa.
Familia
Culturalmente, muchos italianos valoran mucho los lazos familiares. Los núcleos grandes a menudo viven juntos, con la madre en el centro en su papel profundamente respetado como proveedora y matriarca. Es una tradición entre las familias que no viven en la misma casa intentar cenar juntas todos los días.
Muchos italianos también cuidan de sus parientes mayores. La unidad familiar incluye tías, tíos, primos y abuelos, así como padres e hijos, y este ha sido tradicionalmente el núcleo social de sus vidas.
comida
El estereotipo del italiano que tiene una relación especial con la comida se basa en la realidad, y las comidas familiares suelen ser más formales de lo que suele ocurrir en otros países. Los italianos no necesitan una ocasión especial para organizar una mesa elegante. También tienen ideas específicas sobre qué alimentos y bebidas son adecuados para determinados momentos del día. Por ejemplo, beben capuchinos por la mañana, pero no por la tarde. Combine cerveza con pizza y agua o vino con cualquier otra cena o cena.
Ropa
Los italianos se visten para ser vistos y esperan atraer la atención del público; no consideran de mala educación observar a los extraños abiertamente. Esto significa que tienden a invertir en su ropa y vestimenta, que generalmente es más formal de lo que es común en otros países. Eligen estilos elegantes según las estaciones. Los italianos están orgullosos de su apariencia y pueden juzgar negativamente a las personas que visten de manera muy informal.
Etiqueta
En la costumbre italiana, es de buena educación mostrar entusiasmo por otra persona a través de caricias, abrazos y besos, especialmente en los saludos. El contacto visual prolongado también se considera cortés, y la renuencia a mirar a alguien a los ojos se considera un signo de desconfianza. Es tradicional que los mayores de la familia sean los primeros en ingresar a los lugares y que los niños se levanten cuando se acerca un adulto, en señal de respeto. La dignidad personal es de gran importancia, y los italianos respetan esta cualidad en otras personas al observar tales costumbres.