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La creatina es una proteína natural que juega un papel esencial en el desarrollo muscular: convierte la grasa en energía, además de posiblemente mantener la función cerebral y el sistema inmunológico. Muy importante para los atletas, se dice que la creatina mejora el rendimiento físico al estimular la producción de la hormona del crecimiento humano (HGH). La glándula pituitaria, un órgano pequeño en la base del cerebro, produce HGH junto con otras hormonas. HGH regula el desarrollo muscular, el crecimiento de órganos y el desarrollo óseo. La glándula pituitaria continúa produciendo HGH durante toda la vida, pero libera HGH a un ritmo más lento a medida que envejecemos. Casi toda la creatina del cuerpo se concentra en los músculos y el resto, el 5%, se encuentra ampliamente en órganos con altas necesidades energéticas, como el corazón, el cerebro y los testículos. Los niveles reducidos de HGH dan como resultado gradualmente signos típicos de envejecimiento: pérdida de masa muscular, mayor proporción de grasa-músculo y pérdida de masa ósea. La piel también se cae, ya que pierde elasticidad y tono. Las enfermedades también aumentan a medida que se debilita el sistema inmunológico. La suplementación con HGH puede revertir estos signos de envejecimiento. Sin embargo, el costo y las estrictas regulaciones hacen que los tratamientos para la HGH no sean prácticos. El ejercicio anaeróbico, como el levantamiento de pesas o el ejercicio aeróbico continuo intenso, como las carreras de larga distancia, pueden aumentar la producción de HGH. La creatina obtenida de forma natural en la dieta o mediante suplementos también puede aumentar la HGH.
Creatina y hormona del crecimiento
Efectos de la creatina
La suplementación con creatina estimula la liberación de HGH por la glándula pituitaria, imitando la terapia de reemplazo de HGH. Los efectos de la suplementación continua con creatina incluyen un mejor estado de ánimo, regeneración de masa ósea y muscular, reducción de grasas y aumento de la resistencia corporal. La suplementación con creatina es popular entre los atletas debido a la mejora de la masa muscular y la resistencia. Se están examinando otros usos de la creatina, como el tratamiento de enfermedades cardíacas, distrofia muscular, enfermedad de Alzheimer y síndrome de Lou Gehrig. La carne, las aves y el pescado son fuentes naturales de creatina. El hígado y los riñones también producen creatina utilizando aminoácidos específicos. Además, los suplementos de creatina están disponibles en forma de polvo o tabletas. La mayoría de las personas reciben una media de 2 g de creatina al día en su dieta.
Cuidado
Aunque la creatina es una proteína natural, la suplementación está asociada con efectos secundarios. Los suplementos de creatina están asociados con retención de agua, aumento de peso, diarrea, náuseas, vómitos, calambres, problemas gastrointestinales, dolores musculares y presión arterial alta. La creatina se considera un suplemento dietético, no un medicamento; sin embargo, en Brasil, Anvisa regula la creatina como suplemento para deportistas. No se ha demostrado una mejora constante en el rendimiento físico en la investigación científica. Sin embargo, algunos estudios han demostrado que los suplementos de creatina aumentan ligeramente el rendimiento en deportes como el entrenamiento con pesas y la carrera, que requieren breves ráfagas de energía. Sin embargo, los resultados varían; no todo el mundo experimenta el mismo nivel de beneficios. Algunas personas no reaccionan en absoluto a la creatina. Como no se ha probado sistemáticamente, la suplementación con creatina no tiene una dosis constante y se desconocen los riesgos a largo plazo. Los suplementos de creatina no se recomiendan para personas con diabetes, enfermedad renal o hepática.