Contenido
- Identificando las causas del mal comportamiento
- Simplifique el entorno
- Evaluar influencias externas
- Busque orientación médica
Frente a un mundo con el que se siente difícil de interactuar socialmente, comunicar de forma clara y controlar su propio comportamiento, los niños con autismo a veces reaccionan de forma violenta. La agresión, tanto física como verbal, es un síntoma común del autismo y puede ser dirigida a objetos inanimados, cuidadores y miembros de la familia, a otros niños y hasta a ellos mismos. Un cuidador atento puede tomar ciertas actitudes prácticas para calmar y dirigir a un niño autista agresivo.
Lidiando con la agresividad (Comstock / Comstock / Getty Images)
Identificando las causas del mal comportamiento
Algunas veces, las crisis de violencia son previsibles. Por ejemplo: cepillarse los dientes del niño hace que se quede nerviosa? Tal vez las cerdas causan molestias en la encía o el olor de la pasta de dientes sea desagradable. El sitio Disabled World recomienda examinar cada componente de una situación que parece desencadenar acciones agresivas y hacer ajustes. En el ejemplo de la higiene bucal, los padres pueden intentar usar un cepillo de dientes más suave o cambiar la pasta de dientes.
Si el niño se ve violento cuando está incierto, es posible que las etiquetas en los elementos de su cotidiano puedan hacerla sentirse más segura. Colocar palabras o fotos en armarios, en las puertas de guardarropa y los compartimientos que forman parte de la rutina diaria del niño puede ayudarle a usar estas cosas para sus debidos propósitos, de acuerdo con la Autism Society. Las crisis se reducirán cuando el niño sabe lo que se espera de ella.
Algunas veces el estrés causado por no poder verbalizar la frustración conduce al comportamiento agresivo. Si un niño está nervioso porque no puede atar sus zapatos, pero es incapaz de describir sus sentimientos sobre la falta de habilidad, puede actuar de forma no apropiada. Examinar la raíz de un problema y comprender sus causas puede ayudar a disminuir el comportamiento agresivo. La clave son reacciones de calma y paciencia por parte del cuidador.
Simplifique el entorno
Arregle los muebles de manera sensata para que el niño pueda moverse fácilmente a través de las habitaciones. Si un niño intenta, con frecuencia, escapar por una determinada puerta, cambiar la organización de la habitación de modo que no tenga que acercarse a la puerta en cuestión. Mantenga superficies limpias, teniendo cuidado especial en dejar los objetos rotos, peligrosos o sucios fuera de alcance.
Organizar y estructurar el espacio del niño para minimizar la frustración. Una vez más, las etiquetas pueden ayudar a entender dónde están las cosas, disminuyendo la posibilidad de sentirse ansiosa o sobrecargada.
Restringir el acceso a objetos que tienden a causar crisis. Por ejemplo: si el baño es estresante, mantener los juguetes de baño lejos de la bañera hasta que el baño acabe puede ayudar al niño a enfocarse en limpiarse antes de jugar.
Evaluar influencias externas
Si el comportamiento agresivo ocurre repentinamente o se vuelve más severo, descubra si el niño tiene alergia a algún alimento.Otros factores a considerar son condiciones ambientales, cambios en la medicación o un cambio en la rutina doméstica o familiar. De acuerdo con Disabled World, algunos medicamentos causan agresión. Cambios climáticos o alergias alimentarias pueden causar una incomodidad que el niño no sabe describir, llevando a comportamientos extremos.
Busque orientación médica
Los medicamentos pueden ser necesarios, sobre todo si el comportamiento del niño es peligroso para ella o quién convive con ella. De acuerdo con Disabled World, la U.S. Food and Drug Administration no aprobó ningún remedio para el autismo, pero algunos medicamentos usados para tratar otras condiciones se mostraron útiles en tratamientos de niños autistas. Un profesional de la salud puede ayudar a determinar qué medicamentos será útil para su hijo.