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El cilantro es una hierba picante, perteneciente a la familia de la zanahoria, con raíces que se remontan a tiempos y tradiciones ancestrales. Se considera una de las primeras plantas del Viejo Mundo en América del Norte, que se remonta a 1670, cuando los británicos la llevaron a Massachusetts. El cilantro florece en las cocinas de hoy. Es una guarnición popular para muchos platos mexicanos y una adición refrescante para una ensalada de verano.
Historia
El cilantro es viejo. Hace más de 2000 años, la hierba se podía encontrar floreciendo en los famosos Jardines de Babilonia. Los antiguos hebreos usaban cilantro en su comida tradicional de Pascua. El cilantro, una especia que proviene de semillas secas, hizo una aparición afrodisíaca en "Cuentos de las mil y una noches".
El cilantro y sus beneficios para la salud
Los chinos usaban la hierba en pociones, alegando que tenía el poder de dar vida inmortal a alguien. Si bien el beneficio aún no está probado, comer cilantro puede ayudar a sus procesos digestivos, aliviando el dolor de la gastritis intestinal. El cilantro incluso puede ser útil para tratar infecciones urinarias, ya que alivia la inflamación. La hierba es muy rica en vitaminas y sus otros beneficios curativos incluyen el alivio de la tensión, los dolores de cabeza y las náuseas.
¿Qué hay en el nombre?
El cilantro también se llama perejil chino y a menudo se confunde con el perejil, porque las hojas verdes de ambas plantas se ven similares. Una forma de distinguirlos es olerlos. El cilantro es el único con un aroma fuerte y penetrante. También se puede confundir con el condimento, que proviene de las semillas de la misma planta.
Cual es el sabor
Existe una gran discrepancia entre las opiniones sobre el sabor del cilantro. La hierba tiene un sabor algo desconcertante y un aroma que puede ser difícil de describir. Si bien la mayoría de la gente encuentra su sabor dulce y picante, hay una pequeña minoría de personas que sienten una fuerte aversión por el cilantro y afirman que la hierba sabe a "jabón". Se cree que la preferencia puede estar determinada genéticamente, ya que muchas personas de ascendencia europea afirman tener aversión a la hierba.