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Has planeado una cita, pero no quieres ir. No querrás lastimar a la persona con la que marcaste. Es posible poner excusas plausibles al cancelar la cita, para que nadie quiera dejar de hablar contigo.
Paso 1
Dígale a quién se encontrará que no se siente bien. Los dolores de cabeza son un cliché, así que elija una molestia más creativa, pero que pueda curar hasta el día siguiente. "Tengo dolor de estómago y pasé el día corriendo al baño. Créanme, no sería una buena compañía".
Paso 2
Involucre a amigos o familiares. Digamos que necesita ayudar a un familiar o amigo con una emergencia de última hora. "Mi mejor amigo acaba de tener una pelea con su novia. Lo siento, pero necesito ayudarla. Ella siempre ha estado a mi lado".
Paso 3
Habla de tu mascota. Nadie te va a culpar por ser un amante de los animales, ni siquiera el que acaba de cancelar una cita por eso. "Mi perro es raro. Quiero estar cerca de él mirándolo para asegurarme de no tener que llevarlo a emergencias".
Paso 4
Culpa a tu trabajo. Las empresas de todo el mundo exigen cada vez más el tiempo de sus empleados. Es plausible que te llamen un sábado por la noche. "¿Crees que mi jefa acaba de llamar para decirme que debería enviar un informe al final de la noche? Tiene una reunión importante con China mañana por la mañana o algo así".
Paso 5
Ser honesto. Esta es probablemente la mejor manera de cancelar una cita y no tiene que mentir. "Honestamente, no tengo ganas de salir hoy. Lo siento si arruiné tus planes, pero necesito algo de tiempo para descansar".