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Si dejó el esmalte de uñas sin usar por un largo período, puede terminar descubriendo que él se aglutinó y se quedó tan grueso que no puede usar. En lugar de tirarlo fuera, puede utilizar un diluyente de esmalte. Aunque puede comprar un diluyente en tiendas, es posible también hacer una versión casera.
instrucciones
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Elija un solvente que pueda utilizar para su diluyente casero. Utilice sólo un disolvente, ya que mezclarlos no es efectivo. Entre las opciones posibles está la acetona.
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Agregar un poco de aceite de naranja al disolvente de su elección para dejar su esmalte más fino. El aceite de naranja ayuda a dejar el esmalte regular y también a enmascarar el olor del disolvente. Mezclar partes iguales del solvente y del aceite de naranja.
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Piense en usar el removedor de esmaltes como diluyente. Usted va a utilizar una cantidad menor que de cualquier otro solvente. También puede optar por no usar el aceite de naranja si no lo tiene.
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Añadir una pequeña porción de la mezcla al esmalte. Al principio, añada sólo unas gotas en el vial de esmalte.
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Chasque bien el frasco del esmalte. Retire el pincel después de al menos diez a 15 minutos y verifique la consistencia. Si necesita usar más disolvente, puede colocar unas gotas más y chascar de nuevo. Pruebe en una uña y espere secar antes de usar en las demás.
consejos
- Recuerde, después de usar, guardar el resto del diluyente de esmalte en un armario cerrado en un lugar seco y fresco, lejos de posibles fuentes de calor, ya que es inflamable.
Qué necesitas
- Aceite de naranja
- solvente