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La betaína es un compuesto que se encuentra en las plantas, como la espinaca, el germen y el salvado de trigo y remolacha. También se encuentra en invertebrados marinos, como crustáceos y moluscos. A veces se usa como suplemento para tratar la depresión o el autismo, así como para una enfermedad rara, deficiencia de cistationina beta sintasa y afecciones relacionadas. La betaína también contribuye a la función hepática y la reproducción celular.
Alimentos que contienen betaína
La betaína es un donante de metilo, al igual que la S-adenosilmetionina (SAMe), el ácido fólico, la vitamina B6 y la B12. La Universidad de Maryland afirma que la betaína transporta moléculas de metilo en el cuerpo para ayudar a que funcionen los procesos químicos. Las nueces, semillas y carnes contienen pequeñas cantidades de betaína, así como remolacha, espinacas, germen y salvado de trigo. Los moluscos y crustáceos también contienen betaína. Sin embargo, según un artículo en el sitio web de la Biblioteca de Salud, la mayor parte de la betaína en los alimentos se destruye durante la cocción o el procesamiento.
Alimentos crudos con betaína
Para obtener los beneficios de la betaína en una dieta natural, coma alimentos crudos, como ensalada de espinacas y germen de trigo en su ensalada o yogur. La espinaca y el germen de trigo son dos excelentes fuentes de betaína que pueden complementar una dieta saludable. Las semillas de girasol crudas también son una fuente natural de betaína.
Carnitina: convertir la grasa en energía
La betaína también ayuda al cuerpo a producir carnitina, que es un nutriente que ayuda al cuerpo a convertir la grasa en energía. El cuerpo necesita una cantidad equilibrada de betaína, ya que demasiada betaína puede contribuir a niveles altos de colesterol.