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La uretra es un canal que se conecta a la vejiga urinaria y actúa como un punto de salida. Un revestimiento interior de músculo rodea la uretra. Este revestimiento está constantemente protegido por moco, que es secretado por las glándulas uretrales. En las mujeres, la única función de la uretra es la excreción de orina. La uretra masculina, sin embargo, está involucrada con el sistema reproductivo, permitiendo que tanto la orina como el semen pasen por el canal. La constricción uretral es una afección en la que el canal se estrecha, lo que inhibe el flujo normal de orina. Su origen puede atribuirse a un traumatismo, infección previa o puede ser desconocido. La enfermedad puede ser asintomática o mostrar una variedad de signos, que incluyen retención urinaria, flujo urinario inestable, dolor al orinar e infecciones urinarias frecuentes.
Paso 1
Inserte un cistoscopio para drenar la orina de la vejiga. Es un dispositivo que usa el médico para ver el canal desde la uretra hasta la vejiga urinaria. Además de su capacidad de visualización, también puede servir como dilatador del canal uretral, permitiendo el paso de la orina. Su médico le administrará un anestésico para aliviar el dolor durante el procedimiento. El cistoscopio está lubricado para proporcionar una inserción más suave a través de la delicada pared. Este procedimiento se considera invasivo, ya que se inserta un tubo grande en la uretra, que potencialmente puede dañar la pared uretral.
Paso 2
Realice un cateterismo intermitente para vaciar la vejiga. Un catéter es un tubo de goma que se inserta en la uretra y conduce a la vejiga urinaria. Está indicado para facilitar el drenaje de la orina, especialmente en la retención urinaria. El cateterismo se realiza varias veces al día para prevenir infecciones y traumatismos en la uretra. Al igual que con la cistoscopia, el catéter también se lubrica para facilitar su entrada. Puede realizar el procedimiento en su casa, si así lo indica su médico.
Paso 3
Someterse a un procedimiento quirúrgico para agrandar permanentemente la uretra. Existe una variedad de opciones quirúrgicas para la constricción uretral. La implantación de un stent uretral permanente puede ser una opción. Se coloca en la uretra mediante un dispositivo especial para mantener su potencia. La principal preocupación es que los stents pueden migrar a otras áreas. Si esto sucede, puede ser necesaria otra cirugía para reposicionar el dispositivo. Otro problema con los stents es que pueden causar dolor e incomodidad al sentarse o durante las relaciones sexuales. La uretrotomía, o incisión de la uretra, también es una opción, si la causa de la estenosis es una cicatriz. El propósito del procedimiento es eliminar el tejido cicatricial que causa la obstrucción. El problema es que puede causar disfunción eréctil y sangrado severo.