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Hacer tus propios dulces cubiertos de chocolate es una forma sencilla, agradable y económica de disfrutar de los placeres de este ingrediente clásico. Derretir gotas de chocolate en una caldera doble suele ser todo lo que se necesita para crear una salsa suave y aterciopelada para mojar fresas, pretzels y piñas o para cubrir pasteles, galletas y otros dulces. Sin embargo, a veces, algunas recetas y gustos personales exigen una salsa de chocolate más fina que la que se obtiene simplemente derritiendo ese ingrediente. Aprenda los trucos de agregar leche al chocolate para diluirlo sin que quede aguado ni grumoso.
Paso 1
Llene un recipiente de baño de agua hasta la mitad con agua y colóquelo en la estufa. Coloque un recipiente sobre la sartén y ponga la llama a fuego medio.
Paso 2
Espere de cinco a 10 minutos para que el agua se caliente, luego agregue las gotas de chocolate al recipiente superior. No dejes que el agua hierva.
Paso 3
Revuelva constantemente, entre tres y cinco minutos, hasta que las gotas de chocolate se hayan derretido.
Paso 4
Baja un poco el fuego y agrega poco a poco la leche al chocolate derretido, colocando 1/4 de taza a la vez y revolviendo constantemente, hasta que el ingrediente esté completamente incorporado a la mezcla.
Paso 5
Continúe mezclando la leche y el chocolate lentamente, en incrementos de 1/4 de taza, hasta lograr la consistencia deseada.
Paso 6
Usa el chocolate derretido inmediatamente para evitar que se enfríe y endurezca, o mantenlo a fuego lento para mantener su textura suave y homogénea.